SOLO QUERÍA PROTEGERLO

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15 minutos antes en Casa de Samuel

Max, estaba conversando misteriosamente con Edward, de cómo su padre al parecer quería echar todo su trabajo y esfuerzo por la borda. Pero el joven Hoffman nunca se imaginó que su padre lo escucharía, y ojo que no fue con intención, sino pura casualidad. Samuel venía con Maty, abrazado estaba mimando a su peque a quien le había tenido que dar un par de azotes, por una palabrota que dijo, y se frenaron cuando escucharon a Max, hablando por teléfono.

Max: Claro, le quite el teléfono y le pregunte así mismo: ¿Papá te fumaste una lumpia o te volviste loco?

Maty, miro a Samuel algo asombrado por lo que decía su hermano con la voz más irónica que pudo usar, Samuel automáticamente levantó la ceja y le hizo señas a Maty, de no hacer ningún ruido y que desapareciera de ahí. Maty, dudo quería alertar a su hermano, a fin de que no fuera a decir algo de lo que pudiera arrepentirse, aunque por la cara de su padre, eso ya había sucedido.

Samuel: Desaparece por tu propio bien. Le murmuró al oído a su peque y este trago grueso huyendo de la escena.

Max: ¿Entonces qué hacemos?...Pues, necesito buscar una niñera de última hora o arriesgarme con Alex, pero yo pienso lo mismo. Deja ver sí puedo llamarlo ya mismo y te aviso. Trancó el celular y cuándo se volteó se encontró a su padre de frente con los brazos cruzados, las piernas algo separadas, y una ceja peligrosamente levantada.

Samuel: A ver señorito Maxwell Enrique Hoffman Boulton, ¿A quién vas a llamar? No me digas, creo adivinar, al Sr. Martínez para concertar una cita el sábado en la mañana a MIS ESPALDAS.

Max: Paaaa, pero que modales son esos escuchando conversaciones privadas a las espaldas de uno. SINCERAMENTE PAPIII.

Samuel: ¿Sinceramente? Mira tú, no quieras irte por la tangente.

Max: Por la tangente no por la puerta es que quiero huir ya mismo. Dijo bajito. Y en eso sonó el celular de Max, era Ed.

Max: ¿Ed? Murmuró, y el teléfono fue arrancado con una agilidad felina por Samuel.

Samuel: Permíteme que con ese otro voy aclarar cuentas.

Max: Ufff salvado por la campana... o por el rington. Dijo retrocediendo unos pasos sin quitarle la mirada a su padre, quién escuchaba atento lo que Ed, sin percatarse que era su padre le decía, tras unos minutos..

Samuel: Muy sabias tus palabras, no sabes de la que te acabas de salvar Eduardo Enrique Hoffman Boulton.... ¿Cómo? te diré como, descubriendo lo que estuvieron a punto de hacer a mis espaldas. Buenas Noches Eduardo, te dejo porque necesito terminar la conversación con Maxwell Enrique

Max: Tranquilo papá si por mí no hay problema, sigue conversando con mi hermano, si quieres mañana me devuelves el celu, es más mira lo tarde que es, por dios, Alex debe estar por llegar a casa, la cena, acostar a Leo, y demás., chao... Dijo intentando salir corriendo.

Samuel: Alto ahí jovencito, ni sueñes dar un paso más. Vamos a conversar.

Max, hizo una mueca cómica, con su rostro, tratando de pensar rápidamente.

Max: Yo te tengo un buen tema de conversación el regalo de mamá para su cumple. Estaba pensando en una gargantilla ...

Samuel: Maxweeeeeeel. Dijo colocando las manos en la hebilla de la correa.

Max: Vale, Vale no te sulfures papaaaa, piensa en tu salud, Maty esta peque.

Samuel: Y piensas que estoy muy viejo para tomar sabias decisiones referente a la empresa. ¿Es eso? reunirse con el cliente, cuando YO mismo le dije que NO.

LA FAMILIA HOFFMANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora