LIDIAR CON LA CULPA

1.3K 50 19
                                    

Los chicos se fueron al colegio, a pesar de que Ed y Abby, no estaban seguros de mandar a Kyle, este los convenció de estar bien. Les dijo que sí en algún momento se sentía mal o le daba fiebre avisaría o iría a la enfermería. Había dado tanto la lata, a sus compañeros de ser responsables, tras un evento de esa magnitud que faltar siendo el presidente del comité de graduación, no era la imagen que debía dar, sobre todo si quería hacer otros eventos, adicionalmente tenían que reunirse en la tarde para dar el resultado de las ganancias recibidas, algo donde efectivamente Ed, los ayudaría.

Fue un día bueno para los Hoffman, para algunos más que otros, para Kyle, a quién fue rodeado de elogios, la fiesta había dado de qué hablar en la plantilla estudiantil inclusive entre otros colegios.

Para Rob, cuando llegó al cole ya casi todo el salón sabía que estaba de novio con Vero, y tras seguir las recomendaciones de Rey, todo fluyó natural, el enano no cabía de la emoción, las demás niñas lo veían con un niño codiciado, y era que el rumor de que era todo un caballero, que había hecho una Piscinada en su casa sin sus padres, que besaba muy bien y de paso su hermano el adolescente de moda le había dado un miniconcierto privado, corrió cómo pólvora, los compañeritos lo felicitaban y era que Vero, adicionalmente era de las niñas más linda del salón.

Ray tuvo una excelente práctica de béisbol, y esperaba ansioso a su padre para ir a la cita de psicólogo, la verdad que eran agradables había aprendido a confiarle y decir cosas que nunca pensó en decirle a nadie, pero lo que más le gustaba era la o las horas que podía pasar con su padre a solas, definitivamente era un acercamiento que les hacía falta a ambos.

Esa tarde Ray salió del consultorio antes de culminar la hora, Edward se angustio al ver a su hijo salir del mismo deshecho en llanto. Salió disparado de la cita para abrazar a su padre y hundirse en su pecho a llorar sin un mañana, por suerte en el pequeño lobby del consultorio no había nadie, el psicólogo invito a Ed, a pasar y este desconcertado y hasta algo molestó por ver a su hijo así entró con Ray, abrazado

Edward: Shhh shhh Ray, mi vida. ¿Qué te pasa? ¿Qué le hizo, por qué mi hijo está en ese estado? Se supone que venimos para qué lo ayude no para esto. ¿Mi cachorrito que te pasa corazón? no llores así, te va a dar fiebre hijito.

Psicólogo: Ray hoy hablo de su madre, y el día que falleció, la pelea con su hermano y el sentimiento de culpa.

Edward: ¿Culpa? Culpa de qué no entiendo.

Psicólogo: desde mi experiencia  profesional, cuando perdemos a alguien que queremos, emocionalmente solemos quedarnos en un estado de gran vulnerabilidad. Poco a poco se va aprendiendo a tolerar y compensar dicha vulnerabilidad,  pero la tendencia primaria es a buscar la protección. Aunque parezca contradictorio esa protección emocional inmediata en muchas ocasiones  nos la proporciona la culpa.

Son varias las funciones en las que se afana la culpa tras la pérdida de un ser querido. Tú mismo Ed, debes haberlo vivido, pero tal vez no te acuerdas.

Edward: Al inicio pensaba que sí yo, no me hubiese ido a la oficina temprano, sí me hubiera quedado y yo la hubiera llevado a comprar lo que necesitaba no hubiera pasado. Admitió.

Psicólogo: eso es, porque sentirse culpable, pensar una y otra vez en lo que ocurrió, en lo que se hizo y se dejó de hacer, es una manera inconsciente de "seguir unido" a la persona fallecida, de no olvidarla, de traerla al presente a golpe de recuerdo y sobre todo de no "enterarse" de lo mucho que duele estar sin la persona querida.

En un alarde de naturalidad me atrevería a decir que es una forma de distraer la mente y el "corazón" para poder mantenerse en desconexión con la profunda tristeza que trae la añoranza del ser querido.

LA FAMILIA HOFFMANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora