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El oficial Jong Sungguk pensó que esa tarde de lluvia sería como cualquiera: otra inspección de rutina en un vecindario de clase media de la ciudad de Daegu, Corea del Sur. Nunca imaginó que dentro de una casa a...
Se despertó en medio de la noche con ganas de ir al baño. Todavía dormido, se bajó por un costado de la cama, la misma que todavía era algo alta para él. Bostezando y fregándose la cara, salió del cuarto chocando de bruces contra el cuerpo de una persona.
Asustado, cayó al suelo.
Un hombre de cabello ondulado y oscuro se inclinó sobre Daehyun. Se sentó sobre sus tobillos y se llevó uno de sus dedos a los labios.
Shh, le pidió. Daehyun notó que la puerta del cuarto de su abuela se encontraba entreabierta. Tragó saliva.
El hombre rebuscó algo en el bolsillo de su pantalón y después le tendió una barra de chocolate.
—Este será nuestro pequeño secreto —dijo esa boca sonriente.
Dae recibió una caricia en su cabello. Luego el hombre desapareció por las escaleras. Esa fue la primera vez que Dae fue tocado por la cuarta persona que conoció en su vida, pero no la última.
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