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Sungguk no podía dormir. Con las manos cruzadas sobre el estómago, contemplaba el cielo de su habitación recostado en el pequeño colchón. Estaba atento a la respiración de Daehyun, esperaba que se volviese más pausada a medida que el sueño lo invadiera. Pero no pasaba nada. El chico mantenía el mismo ritmo, y eso significaba que seguía despierto.

—¿Estás esperando a que me duerma para acostarte conmigo, cierto?

Sungguk oyó un pequeño jadeo de sorpresa.

Se movió para encontrar el interruptor de la lámpara de noche y la encendió. Ambos pestañearon un par de veces para acostumbrarse a la luz.

Sungguk tomó asiento en el colchón y observó a Daehyun colgando del borde de la cama, su mejilla derecha estaba aplastada contra la almohada. De pronto se preguntó qué sentido tenía dormir en un pobre colchón si Daehyun iba a terminar pasándose a su cama y ambos durmiendo en un espacio mucho más limitado. Era mejor que descansaran en la cama de dos plazas.

Se puso de pie y apartó las sábanas. Daehyun lo observaba contrariado.

—Yo duermo en este lado de la cama —dijo.

Apenas entendiendo, el chico se deslizó hasta que estuvo al medio. Sungguk se acomodó en el espacio restante y apagó la luz. Dormían con las cortinas abiertas, por lo que el visillo blanco permitía que se colase la luz de la luna.

—¿Dae? —comenzó diciendo Sungguk, acomodando su brazo bajo la cabeza—. ¿Sabes lo que es el consentimiento?

El chico meditó unos segundos y asintió chiquito.

—¿Te lo explicó Seojun?

Daehyun negó. Sungguk entendió, lo que Dae realmente sabía era la definición de la palabra, mas no su uso.

—Esto es importante. Necesito que me prestes total atención —Dae asintió, colocó la mano bajo la mejilla e inclinó la cabeza para escuchar a Sungguk—. El consentimiento es cuando una persona acepta algo de manera consiente. Pero el consentimiento se da realmente cuando esa persona por sí misma lo acepta y no porque se encuentra física o psicológicamente presionada para aceptarla.

Como Dae estaba frunciendo el entrecejo sin entender mucho, Sungguk cambió el ángulo de la conversación:

—Dormir juntos es un acto íntimo, Dae, porque estás en tu faceta menos consciente y más vulnerable, cualquier persona mala podría aprovecharse de las circunstancias y hacerte algo. Por eso no puedes dormir con cualquiera a menos que tenga tu total y absoluta confianza, ¿lo entiendes? Por eso quiero que comprendas que si alguien te toca mientras duermes, no estarías dando tu consentimiento, porque ser tocado en un estado inconsciente es y siempre será un abuso.

Daehyun se quedó sin pestañear medio minuto. Luego, soltó el aire y asintió abriendo la boca como si quisiera decir algo. Entonces cerró la boca y frunció el ceño, desconcertado. Lamiéndose los labios, por fin lo dijo.

—Tú... no... a mí.

—¿Yo no a ti?

Daehyun inspiró y resopló. Su lengua bailaba entre los labios intentando pronunciar una palabra.

—D-da... —lo intentó una vez más—. Da... nio.

—¿Daño? —él asintió aliviado por ser entendido—. ¿Que yo no te haría daño?

Dae se llegó a levantar del colchón por asentir. Dejando a un lado la almohada entre ambos, se volvió a recostar incluso más cerca de Sungguk.

—Pero no todos serán así, Dae —susurró con un suspiro—. Hay gente muy mala en el mundo. Por eso necesito que entiendas que nadie puede tocarte sin tu consentimiento, ¿ok? Si yo te toco de cualquier forma, incluso en el brazo, y tú no quieres, debes decirlo.

Still with you/me (Novela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora