35
No supo qué lo hizo despertar, pero Moon Daehyun abrió los ojos esa madrugada de lunes antes de que llegase la primera ronda matutina. La luz de la habitación estaba apagada, dejando entrar una rendija lumínica que se filtraba por la puerta. Las cortinas de Lee Minki ya no estaban cerradas, así que Dae podía divisar a la perfección lo que ocurría en la otra cama.
Inclinado sobre el cuerpo recostado de Lee Minki, estaba el enfermero favorito de Dae, Yoon Jaebyu y...
¿Yoon Jaebyu estaba dándole respiración boca a boca a Lee Minki?
No, Dae comprendió. Él había visto eso en los doramas y en las películas, se estaban besando. Lee Minki, con los brazos entrelazados por la parte posterior del cuello de Jaebyu, lo tenía sujeto contra él mientras la cabeza de Jaebyu eclipsaba casi por completo la de Lee Minki. Ambos mantenían los párpados cerrados y sus bocas se movían sobre la otra tocando una melodía en conjunto.
Y Dae, a pesar de que quería apartar la mirada, no podía.
Sentía el corazón alborotado. Por más que el beso se pareciera a los que veía en series, tenía algo distinto. No era ese toque de labios apretados, era un baile de bocas que mordían, jalaban y saboreaban con sonrisas que se formaban de vez en cuando. No era incómodo y tampoco apretado.
Era...
Sucio.
Sucio, necesario, como cuando Dae quería pisar las pozas de barro que se armaban en la calle tras las lluvias. Tirarse encima, girar hasta quedar cubierto. Ensuciarse por el placer de querer hacerlo, porque te hacía feliz, sonreír, sentirte bonito.
Bonito.
Dae quería sentirse así de bonito, bonito como esa sonrisa que no dejaba de formarse en los labios besados de Lee Minki. Bonito como esa conexión que existía entre ambos.
Bonito.
¿Sungguk podría hacerlo sentir así?
Cerró los ojos con fuerza ante la sola idea, cambiando de posición en su camilla para hacerse un ovillo y darle la espalda a Lee Minki y Yoon Jaebyu.
De pronto, en su mente apareció Sungguk con una luz sobre él... no, no, cambió de imagen. Sungguk, bajo un muérdago, levantando la vista y sonriéndole a Moon Daehyun que lo esperaba... ¿con un vestido? No, no, si a Dae ni siquiera le gustaban los vestidos.
Se quejó en su mente y giró otra vez en la cama con los párpados apretados. No tenía la capacidad para imaginarse algo como eso porque solo había leído y visto en televisión a hombres y mujeres besándose. Jamás vio a dos hombres haciendo aquello.
Pero Dae quería.
Recostado sobre la camilla, se imaginó a Sungguk ingresando al cuarto, sonriendo como un conejito.
—Hola, bonito —le diría, y tomaría asiento en su camilla y se inclinaría sobre él. Sus labios uniéndose a los de Dae y...
Debió soltar un sonido porque de pronto alguien le estaba sacudiendo por el hombro. Abrió los ojos y encontró a su enfermero favorito observándolo con una expresión extraña. Dae mantenía los labios estirados en el aire.
Soltó un jadeo y agarró las mantas, cubriéndose con ellas hasta la cabeza para hacerse un ovillo.
¿Qué le pasaba? Dae nunca se había sentido así, ni mucho menos tenido esa clase de pensamientos que le hacían brincar a su corazón de manera enloquecida. Pero Dae quería un beso de Sungguk para sentirse tan bonito como Lee Minki.
Por eso cuando Sungguk lo fue a ver al mediodía, Dae no lo pudo soportar. Mientras lo observaba hablar con Lee Minki sentado en su propia camilla, Dae notó que los labios de Sungguk eran muy bonitos y rosados como los dulces de primavera. Además, se dio cuenta que el labio inferior era algo más grande que el superior.
«Moon Daehyun ahora es libre de hacer todo lo que desee», recordó lo que su amigo Seojun le había explicado hace unos días. Y Dae quería un beso de Sungguk, ¿así que significaba que podría tenerlo? Él consideraba que súper sí.
Colocándose sobre sus rodillas, Moon Daehyun se estiró hacia Sungguk y apoyó las palmas sobre aquellos muslos músculos.
Con expresión extrañada, Sungguk se volteó hacia él. Y Dae simplemente ignoró que Sungguk estuviese hablando con Lee Minki, y que Yoon Jaebyu también se encontrase en la sala junto al doctor Namsoo y su amigo Seojun.
Olvidó todo y cerró los ojos.
Y entonces Dae besó a Jong Sungguk.
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Still with you/me (Novela)
RomanceSe encuentra a la venta en librerías El oficial Jong Sungguk pensó que esa tarde de lluvia sería como cualquiera: otra inspección de rutina en un vecindario de clase media de la ciudad de Daegu, Corea del Sur. Nunca imaginó que dentro de una casa a...