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Daehyun continuó entristecido durante la mañana, a pesar de que Sungguk intentó hacerlo sentir mejor repitiéndole un montón de veces que era normal, que no tenía nada de qué asustarse y que le iba a seguir ocurriendo porque era algo natural que les pasaba a todos los hombres. Sin embargo, Dae permaneció decaído mientras Sungguk le preparaba tortitas de avena con Nutella que el chico apenas probó.
Ciertamente Sungguk se sentía frustrado, no sabía qué hacer ni tampoco con quién hablar. No podía confesarle a Seojun que Dae había tenido un despertar sexual al dormir a su lado. Lo mataría y no solucionarían nada. Por lo mismo cuando Seojun lo llamó para avisarle que pasaría por su casa, Sungguk le pidió que no fuese, que Dae se debía acostumbrar y que, además, tenía el fin de semana libre.
Con Dae intentando jugar a Granjitas encogido en el sofá y Roko a su lado, Sungguk se apoyó contra la pared y lo meditó. Lo meditó muchísimo, tanto que probablemente se le fundió una neurona porque no se podía creer que estuviese subiendo a su cuarto y despertando a su papá.
—¿Me quedé dormido? —quiso saber.
—No, recién son las nueve y media —Sungguk y Dae llevaban despiertos de las seis.
—¿Sucede algo, hijo?
Si bien Sungguk sabía que no podía confiar del todo en su padre tras su mentira, también sabía que él podría a ayudarlo en ese momento. Sehun era movido por sentimientos que Sungguk no entendía, pero de alguna forma buscaban lo mismo en ese momento: el bienestar de Dae.
—Anoche Daehyun no quería dormir en su cuarto —comenzó contando sin revuelos.
—Es entendible, hijo, estar en una habitación debe recordarle su vida de encierro.
¿Por qué Sungguk no había pensado en eso el día anterior?
—El punto es que yo estaba durmiendo en la sala de estar cuando... —su voz perdió fuerza hasta desaparecer. Despejó su mente de cuestionamiento ridículos, no era el momento para sentirse avergonzado—. Dae bajó a verme y él... quería dormir conmigo.
—Contigo se siente seguro —aceptó su padre con total tranquilidad—. Fuiste la persona que lo rescató. Será un sentimiento que le costará superar, Sungguk. Por favor, no te sientas superado por la situación. Entiendo que debe ser complicado para ti pero...
—Estoy bien —aclaró—. Pero Dae no. Papá, él no sabe mucho.
—Él sabe mucho, hijo, solo que se limita a cosas que puede aprender leyendo. No entiende los sentimientos ni, probablemente, conoce su sexualidad. ¿Es sobre eso? —Sungguk asintió con suavidad—. Por supuesto que es ignorante en ambos temas, porque son conceptos que desarrollamos en sociedad. Comprendemos los sentimientos porque estamos expuestos a los sentimientos de otros, de la misma manera que sabemos de sexualidad porque vemos y aprendemos de esos otros. Él no tuvo ninguna de las dos.
—Se despertó con una erección —finalmente contó—. Y él parece no entenderlo. Siente que es algo malo.
—No creo que su abuela le haya explicado que las erecciones no son algo malo. Y los libros escolares, que debió utilizar para estudiar, solo hablan del sexo como un medio para reproducirse. Jamás se refieren al placer personal. Debe sentirse confundido.
—Intenté explicarle —se defendió Sungguk—. Lo calmé y le dije que era normal, pero sigue triste y ya no sé qué hacer.
—Lo primero —comenzó diciendo su padre mientras se colocaba de pie y se cambiaba de ropa— es contarle a Seojun para que organice una clase de educación sexual. Si Dae solo conoce lo básico sobre la reproducción, no sabrá qué está sucediendo si alguien intenta aprovecharse de él.
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Still with you/me (Novela)
RomanceSe encuentra a la venta en librerías El oficial Jong Sungguk pensó que esa tarde de lluvia sería como cualquiera: otra inspección de rutina en un vecindario de clase media de la ciudad de Daegu, Corea del Sur. Nunca imaginó que dentro de una casa a...