Especial de Navidad

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Y tal y como lo prometí aquí está el especial de navidad, que la verdad se me ocurrió hacerlo en base a lo que quiero hacer cuando ya terminemos esta historia (lo cual será pronto...), en fin, para que me entiendan, este cap va a estar narrado desde la perspectiva de Daryl y cómo él veía la navidad improvisada de Vanessa, iba a publicarlo desde más temprano, pero tuve que ir al optometrista para checar lo de mis lentes y ahorita me estoy dado la arrepentida de mi vida, me pusieron un láser y la graduación que necesito, y les juro que ahorita traigo el dolor de cabeza, además de que estoy cansada, me tocó cocinar XC y aunque normalmente me gusta, ahorita ya no puedo más, así que subo cap y a dormir 😁

Quisiera darles más que este capítulo con motivo de las fechas, pero de momento no tengo nada más que ofrecer, salvo darles un escape chiquito en estos tiempos de nuevo confinamiento (o por lo menos así lo vivo yo en CDMX), pero sí quiero desearles una feliz navidad en la medida de lo posible, no sé cómo pasaron su año o si en esta ocasión personas que aman van a faltar en su mesa, de ser así el caso, lo lamento mucho, pero no se desanimen, podríamos estar peor y afortunadamente no es el caso.

Ánimo! Y no lo olviden, el 31 hay que gritar "Jumanji!" Para recibir el año libres de todo esto 😝. Ahora sí, vámonos con esto!

Daryl no sabía por qué estaba caminando fuera de la cabaña con el hacha en su mano, bueno, sí lo sabía, pero no quería admitirlo, pues él había renunciado a todo este tipo de festividades desde que era muy pequeño y era precisamente por ello que nada justificaba el hecho de que ahora quisiera ayudar a aquella atolondrada chica a realizar su improvisada navidad.

Apenas seleccionó un árbol pequeño, comenzó a cortarlo, el ruido de los golpes era seco y certero, no tardaría mucho en derribarlo, aún así no espero que la tarea le tomaría tanto tiempo como para que Vanessa se levantara y saliera a verlo.

—¿Qué te hizo ese árbol? —le preguntó con un tono burlón.

—Necesitarás dónde colgar todos los adornos que llevamos —respondió Daryl con monotonía, por supuesto que no iba a admitir nada ante ella.

Ese era su pequeño secreto de momento, quería apoyar a aquella mujer, hacer todo lo que estuviera a su alcance para verla feliz, durante todo el tiempo que llevaban de estar juntos como un equipo, podría decirse que ella era la más cercana a él y aún cuando en su interior quisiera avanzar un poco en el trato que llevaban, estaba claro en su cabeza que Vanessa nunca se interesaría por él en ese sentido, así que se contentaría con estar con ella y apoyarla en sus locuras.

No la dejaría sola porque gracias a ella, él tampoco estaba solo.

—Gracias —respondió con sinceridad Vanessa mientras le sonreía.

Daryl la miró por un momento, sí, estaba claro que le gustaba verla así, hasta hace no mucho había creído que ella era una chica indestructible, fuerte y valiente, pero luego de los recientes sucesos había terminado por descubrir otra faceta más frágil de su persona que estaba dispuesta a proteger, al igual que esa sonrisa sincera que estaba grabada en sus labios.

Con esos pensamientos en su cabeza terminaron por recorrer el trayecto de regreso con los muchachos, a Daryl no le encantaba la idea de volver, más porque allí tenía que compartir a Vanessa con todos, sin embargo tenía que aguantarse, porque sabía que ella estaba más segura allí que solamente afuera con él.

Aún así no esperó que una horda de caminantes iba a estar en la casa donde los demás se habían quedado.

—Debemos de deshacernos de ellos, ¿Cuántos son? —preguntó él.

—Tal vez unos doscientos —calculó Maggie, recién se habían reencontrado con ella y Glenn.

Daryl asintió en respuesta.

El Arquero del Fin del MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora