El Arquero del Fin del Mundo

58.

     Maratón 9/?

     La calurosa bienvenida que mis chicos me dieron fue lo mejor que habia tenido en estas últimas tres semanas, entre risas y lágrimas, Rick me llevo dentro, siendo flanqueada por Daryl y Carol. Dentro, todos ya estaban repartidos por la sala, por lo que, cuando dije "hola" y llame su atención, no pasó mucho tiempo para que los tuviera a mi alrededor, claramente felices de ver que estaba bien.
     Por tercera y última vez, me puse a relatar la gran confusión que se había creado hace más de tres semanas, y Merle completo mi historia con los detalles que él creía conocer, para mi sorpresa, a Daryl no le importó el error de su hermano, de hecho, parecía que podían decirle que... bueno, no se, que el fin del mundo ya estaba en la calle y no se me ocurría nada mejor que poner de ejemplo, pero... ay, como sea, podrían haberle dicho que algo grandioso o inflable sucedía a fuera y a él ni siquiera le hubiera importado, parecía tenerse muy en paz teniendo sostenida una de mis manos de manera infraganti para todos los demás, era algo fácil, ya que lo tenía sentado junto a mi y ambos teníamos los brazos cruzados.
     —Entonces, ¿llegaste hasta Washington tu sola? —pregunto Abraham sorprendido, yo asentí.
     —Fue muy difícil y técnicamente no pude entrar en la ciudad, trate de hacerlo, de mover a todas las hordas, pero no pude... son demasiados —explique.
     —¿Como llegaste a ese lugar tu sola?, nosotros tratamos de hacerlo por estas semanas —dijo Rosita, yo los mire confundida.
     —Me tomó dos días llegar, casi tres. Aunque estuve dos días por los pueblos, buscando gasolina, comida, un mapa, cuando tuve lo suficiente, tome un auto, maneje, estuve moviendo hordas a distintas direcciones, con pequeños incendios, pero no funcionó en Washington.
     —¿Como pudiste hacer eso? —inquirió Abraham, la expresión de asombro aun no abandonaba su cara—. Tu sola... No lo entiendo, nosotros estuvimos tratando de hacerlo por semanas y tu en dos días...
     —Es normal para ella, además tuvo la ventana de moverse más rápido sola —observo Carol, yo asentí y le sonreí, ella me miro con... No se, un gesto raro, supongo que aun le debía una explicación, bueno, tanto Daryl como yo por... por la escena de hace un rato.
     —¿Y que nos puedes decir de este lugar? —pregunto ahora Glenn.
     —Bueno, Rick ya está al corriente de algo, aquí dentro no hay malas personas, pero si idiotas con sus propios complejos, ya vieron a dos hoy, Nicholas y Aiden, Nicholas es un secuaz de Aiden y Aiden es el hijo mayor de Deanna, por lo que se cree protegido en este lugar, luego está...
     —No es que no sea importante todo lo que dices, pero ¿son fuertes? —pregunto ahora Michonne, yo lo considere.
     —No, en absoluto... tienen potencial, eso se los concedo, pero no lo son, aunque tienen muchas armas —les informe.
     —¿Que tienen? —pregunto ahora Sasha.
     —Un poco de todo, pero no las usan, estuve dándole mantenimiento a las pistolas hace unas semanas, guardan todo en la armería y me parece que no tienen un lugar específico en ésta, para limpiarlas las recogí de una esquina, si no tienen un lugar, deben de seguir ahí —respondí.

     —Alguien debe de ir y revisar, pero de manera discreta, que pase desapercibido —dijo Rick, inconscientemente mire a Carol, ella me devolvió la mirada.

     —¿Yo? —inquirio ella, yo asentí.

     —Gracias a tu actuación y a lo que le dije a Deanna, no te toma mucha importancia, ante todos eres sólo una dulce mujer que busca ser útil —respondi, ella asintió.

    —Esta bien, lo haré, mañana temprano hablaré con Olivia cuando vaya a buscar las cosas para el desayuno y trataré de pensar en algo para poder acercarme a las armas, así veré donde están y haré un cálculo rápido —dijo, yo asentí y mire ahora a Rick.

     —Bueno, cada quien ya sabe lo que debe de hacer, seguir con un perfil bajo, no importa cuanto tiempo sea necesario, ¿entendido? —pregunto, todos asintieron—. Bien, deberíamos de ir a descansar, han sido unas buenas emociones esta noche. Y, bueno, si Vanessa nos asegura que no hay de que temer, esta bien que empecemos a dormir en la otra casa y en cuartos separados, yo lo haré y me llevaré a mi hija, ustedes pueden hacerlo cuando quieran —les exhorto, volvieron a asentir en respuesta.