El Arquero del Fin del Mundo

59.

     Maratón 10/10

   Para despertar recibimos la noticia de que Deanna había organizado una fiesta para el grupo hoy en la tarde, de verdad que me parecía una tontería, un buen pretexto para gastar suministros, pero en fin, ese sería su problema, porque todo mi grupo estaba en oposición a ir a su propia fiesta.

     —Debemos de hacerlo —nos ánimo Rick, todos intercambiamos miradas llenas de recelo mientras desayunabamos—. Vamos, Vanessa, tu misma has dicho que son buenas personas.

     —Se lo que dije —respondi mientras le untaba mermelada de fresa a un trozo de pan—, pero no traicionare a mis principios. Son buenas personas, eso lo sigo sosteniendo, la antisociable soy yo, además, a mi solo me dieron una bienvenida en medio de la calle, sin fiesta ni nada, no me parece justo —comente y le di una mordida al pan, escuche unas risillas de parte de los demas.

     —¿Enserio?, si queremos pasar desapercibidos, debemos de unirnos con ellos, además...

     —Nosotros iremos —le interrumpió Maggie y tomó la mano de Glenn—. Deanna me ha pedido ir, no tengo muchas alternativas.

     —¿Puedo quedarme acá? —le cuestionó Carl, le sonreí, supongo que a él también le costaba trabajo relacionarse con los chicos de por aqui.

      —No, tu y Judith vendrán conmigo —sentencio Rick y miró a los demás.

     —Iremos —se unió ahora Abraham, por lo que supe que Rosita y Eugene también irían, sin excepciones.
     —Esta bien, iré —secundo ahora Tara.

     —Y yo —dijo Michonne, rápidamente las miradas cayeron en los Dixon y yo, sin ganas de responder, seguí comiendo y mire a Merle.

     —Bien, hay que jugar a que todos somos amigos, voy —se apunto, ahora nos miraron a Daryl y a mi, le deje la decisión a él y seguí en mi pan.

     —Ya veremos —respondio con sencillez, esto prometía, sin embargo no le presionaron más, mucho menos a mi.

      —Pense que eras una especie de guardaespaldas para Deanna, ¿enserio no irás? —me pregunto Abraham, sinceramente estaba muy sorprendida de que no hubiera comentado nada de lo que vio ayer por la noche.

     —Ella misma me ha dado unos días libres, pienso hacerle caso, aunque ya veré, tienen muchas cosas en la despensa, tal vez por algo valga la pena ir —respondi, él asintió.

     —Que no daría por un poco de alcohol —dijo, justo cuando le iba a decir que si tenían, Carol entró al comedor y tomó asiento.

     —Esta todo listo, ya encontré una forma de acercarme a las armas —anuncio, la miramos con interés.

     —¿Como? —pregunto Rick.

      —Yo no se disparar, así que tu y Daryl me llevaran y me enseñarán, podré ir a elegir el arma que quiera —respondio, la mire con interés, había tenido una gran idea.

     —¿Solo así?

      —Si, lo haremos después del desayuno, así que no se tarden —les pidió, yo por mi parte termine.

     —¿Y que harás ahora? —me pregunto Daryl en voz baja, pues él también había terminado de desayunar, yo me encogí de hombros.

     —Por tres semanas sólo tuve en mente encontrarlos, desde hace tres días sólo quería poder presentarme de nuevo ante ustedes, ahora no tengo nada en mi lista —respondi y me deje caer contra el respaldo, él resoplo divertido.