20.

5.8K 359 94
                                    

     Había pasado poco más de media hora desde el accidente de Hershel, ahora nosotros Daryl, Rick y yo, estábamos ayudando a los prisioneros a limpiar un nuevo pabellón a cambio de la mitad de las provisiones que tenían, ya habíamos acordado que eran libres de salir de aquí, si así lo deseaban, pues no había policía que se enterara ni que los fuera a atrapar de nuevo. Resulta que ellos fueron abandonados en la cafetería por unos guardias de seguridad cuando la plaga llegó a la prisión, ellos pensaban que era un motín o una simple enfermedad, por mucho tiempo, ellos pensaron que vivían en el viejo mundo, inevitablemente, recordé una frase que decía "feliz es el ignorante, pues no está consiente de las cosas que le rodean", de igual manera era con ellos.

     Para limpiar otro pabellón, los armamos con unos palos, era lo mejor que iban a obtener de Rick, y debo de admitir que confiaba en su decisión, el líder de estos tipos, o por lo menos, el que actuaba como si lo fuera, no me daba buena espina, caminaba frente a mi, pero veía en su mirada ese instinto asesino, no como el que era normal ahora, sino de ese tan peculiar, como si matar le causara emoción. Comenzamos a caminar por entre los pasillos, estos chicos sabían dónde estaban los demás lugares, por lo que veía en algunos, unos potenciales aliados, pero el problema era su líder.

     En fin, a propósito me rezague, tenía vigilado al bastardo, para mi infortunio, no fui la única, el prisionero más alto también lo hizo, quedándose a mi lado.

     —Eres la única mujer con ellos ahora —comento, pero que observador.

     —Lo he notado —respondí con un dejo de ironía.

     —¿Hace cuánto que esto inicio?

     —Hace meses, tal vez poco más de un año, en todos los lugares se inició con diferencia de tiempo —explique.

     —¿Y qué son esas cosas? —pregunto con cierto temor.

     —Son muertos caminantes —respondí—, tienes que cuidar de que no te muerdan, la infección te mata en un par de horas, luego reanimas como uno de ellos.

     —¿Ustedes han peleado con ellos?

     —Muchas veces —respondí, él asintió, mire hacia el frente, Daryl tenía un ojo puesto en mi, si estos muchachos querían quitarnos nuestras armas y tomarnos prisioneros, era una buena idea dejar al más fuerte someter a la chica.

     —Entonces ya veo porque una mujer los acompaño a ayudar a unos completos desconocidos —comento—, eres ruda.

     —¿Te lo parezco?

     —Tu chico luce rudo, así que supongo que son ese tipo de pareja —me aclaró y miro a Daryl, yo me sonroje, ¿como demonios había llegado a esa conclusión?

     —¿Qué te hace pensar que es mi chico? —susurré, era mejor que Daryl no escuchara esto.

     —Ya sabes, cuando entramos al pabellón, los vimos —respondió, recordé como Daryl me había consolado luego de mi crisis.

     —Veras...

     —Silencio —me interrumpió Rick, nos quedamos quietos en una esquina—. Esos de ahí son caminantes, para acabar con ellos, se les tiene que atacar en la cabeza.

     —¿Crees que no se como asesinar a una persona? —pregunto el otro líder.

     —No son personas —le aclaró Daryl.

     Dejaron las discusiones sin sentido, y comenzaron a prepararse, Rick comenzó una cuenta para atacarlos, sin embargo, antes de llegar a tres, los muy tarados se lanzaron gritando hacia los caminantes, golpeándolos en las costillas, las piernas, en todos lados, menos en la puta cabeza, el único que no había ido, era Gigante, el tipo a mi lado, curiosamente, me parecía una buena persona. Mirando a los tarados, me recargue en una pared sujetando mi arco por si las dudas, miraba como metían la pata olímpicamente, hasta que un grito me llamó la atención, a mi lado, un caminante se había lanzado a morder a mi nuevo amigo, le deje ir la flecha que ya tenía lista justo cuando mis chicos le terminaban de ayudar a los prisioneros con los caminantes.

El Arquero del Fin del MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora