El Arquero del Fin del Mundo

34.

     ¡Y al fin había electricidad en la prisión!, no era muy buena, fallaba de tanto en tanto, pero era mejor que nada, servía para iluminar el camino transitable de las tumbas, también para calentar el agua, adiós a las duchas con agua fría y la posible pulmonía que podíamos pescar con ello, hola civilización.

     Ya habia perdido la cuenta del número de semanas que llevábamos juntos, pero según el letrero de días sin accidentes de Beth, mañana serían catorce, dos bellas semanas en las que no habíamos tenido bajas, pero si buenos momentos, como la convivencia había mejorado, adaptamos la cocina y el comedor para a fuera de la prisión, a parte de que ahora sí podíamos comer con un poco de luz y vernos las caras. Con respecto a las expediciones, las cosas también habían mejorado, habíamos hecho tres visitas a carreteras y pequeños pueblos en estas dos semanas, por lo que estábamos bastos de víveres y cosas de higiene personal, yo había evitado volver a ingerir alcohol no sólo porque se lo prometí a Daryl, sino porque Merle me tenía vigilada de ese lado, era una tontería, pero bueno, llevaba dos semanas sobria, disfrutando de música cada que quería, ya que, en las expediciones que hacíamos, había podido conseguir baterías recargables y el cargador, mientras que Daryl me había ayudado a llenar un portadiscos con muchos cd's de distintos géneros, cuando nos tocaba hacer guardia o íbamos a nuestro pequeño espacio en las tumbas, siempre propuesta llevar el reproductor, ya se había hecho una buena costumbre el estar hombro con hombro, cada uno con un audífono, escuchando la música, nos hacía sentirnos un poco... normales después de tantas cosas que habíamos pasado.

     Por el lado de mis tareas, todo iba mejorando, cada que lo necesitaba, Karen, la novia de Tyresse, y yo formabamos pequeños equipos para deshacernos de los caminantes que doblaban las vallas, ahora que lo pienso, era algo extraño el ver que, de pronto, muchas parejas se estaban formando dentro de la prisión, pero bueno, supongo que era una buena señal. Con Daryl en algún momento llegamos a tocar ese tema, sobre que éramos en realidad, fue tan gracioso que ninguno de los dos se atreviera a llamarle a lo nuestro relación, que simplemente dejamos el tema de lado, no era como si estuviéramos en una relación abierta o en un acuerdo de amigos con beneficios, más bien era una complementación, difícil de explicar, pero con la cual los dos estábamos de acuerdo, teníamos bien en claro que el "ver a otras personas" era algo que ni siquiera se debía de mencionar o considerar, éramos algo así como... ¿propios del otro?, es algo más difícil de explicar, pero para terminar pronto, no éramos celosos, pero podíamos convertirnos en asesinos muy rápido.

     Por el lado de la cacería, bueno, basta con decir que me estaba preparando para salir a cazar hoy mismo, esta vez Rick y Michonne vendrían con Daryl y conmigo, ya iba al auto, cuando de improviso, vi que otra persona se nos había unido, fingí una cara de molestia.

    —No, me quedó, no me convenceran de ir con ustedes —sentencie mientras me cruzaba de brazos y veía a Merle, él me sonrió.

     —Vamos, Vanessa, necesitamos tu arco —me animo Rick, pase mi vista a Daryl, él ya sabía que bromeaba.

     —Sube ese trasero al auto y deja de montar un espectáculo —dijo con una sonrisa, se la correspondí y comencé a caminar al asiento del copiloto.

     —Si yo le hubiera hecho eso, ya me habría golpeado —comento Merle, quien trato de adelantarseme y subir como copiloto, pero a media carrera lo empuje, logrando tomar primero la manija.

     —Por supuesto, porque tu habrías dicho algo más vulgar —respondí mientras subía al auto, todos los demás subieron al auto entre risas, estaba claro que el viaje sería divertido.

     —¿Por qué no pones algo de música, hermanita? —pidió Merle mientras Daryl arrancaba el coche.

     —En un momento —respondí sin ganas Daryl, Merle comenzó a reír, lo mire por el retrovisor.