El Arquero del Fin del Mundo

21.

     Como era de esperarse, dentro de las tumbas, los caminantes estaban demasiado activos, en una bifurcación Glenn tomó otro camino, nosotros seguimos el nuestro, tuvimos que tomar muchas desviaciones y empujar a los caminantes para no tener que pelear con ellos y retrasarnos. Mientras avanzábamos y acabábamos con unos cuantos, mi mente estaba preocupada por Lori, ya que no faltaba mucho para que diera a luz, y el hecho de estar corriendo por su vida no le era benéfico, por eso yo debía de cuidarla, a ella y a ese pequeño.

     Están con Maggie me tranquilizo una vocecilla en mi cabeza, trate de enfocarme en ello, pues sabía que Maggie los cuidaría por mi.

     Con ese pensamiento, seguí con mi actual labor, estábamos a unas cuantas oficinas de llegar al cuarto de máquinas, según el prisionero, Oscar, o algo así era su nombre, en fin. Revise mis flechas en mi carjac improvisado, ya tenía pocas, no había podido regresar por muchas en la carrera.

     En cuanto llegamos al cuarto de máquinas, siendo perseguidos por una gran cantidad de caminantes, Rick abrió la puerta, Daryl me hizo entrar por enfrente de él, apenas y él hizo lo mismo, algunos caminantes se colaron, me dispuse a ayudarlo, cuando nos percatamos de que había otro prisionero en la sala, peleando con Rick, quería ir ayudarle, pero eso significaría dejar que Daryl lidiará con todos los caminantes, y eso era impensable.

     Acabamos con los que se habían colado, apenas y pudimos cerrar la puerta, pues los caminantes seguían empujándola, miré a Rick, el otro tipo lo estaba dominando, Oscar miraba la escena, hasta que finalmente sus ojos bajaron al piso, donde estaba el arma de Rick, cada músculo de mi cuerpo se cargó con tensión cuando vi como se agachó a levantarla, mire a Daryl, sus ojos ardían en rabia mientras ambos seguíamos empujando la puerta con la espalda. Oscar levanto el arma, preocupada, saqué mi cuchillo de mi cadera y lo clave en la orilla de la puerta, la presión disminuyó.

     —Ve con Rick —le dije a Daryl mientras ponía todo mi peso en la puerta.

     —No podrás sola —respondió.

     —Que vayas con él —lo obligue, miro la puerta y cedió.

     Daryl se acercó al prisionero, sabía que no actuaría hasta que éste decidiera que hacer, Rick le miraba, el lunático que hizo sonar las alarmas animaba a Oscar para que le disparará a Rick, diciendo que ellos obtendrían la prisión y nos someterían, en mi fuero interno, deseaba no haberme equivocado con estos muchachos, no se veían malos, tampoco santos, pero... Era difícil de explicar, sabía que podíamos confiar en ellos.

     Y entonces Oscar tiro del gatillo, hiriendo a aquel hombre que nos había arriesgado, Rick se sobresalto, Daryl miraba la escena, claramente sorprendido, me miró, la presión en la puerta había disminuido, algo más se estaba llevando a los caminantes, de seguro una locura de Glenn.

     Pensé que el riesgo había acabado, pero esa idea se esfumó cuando Oscar le tendió el arma a Rick, este la tomó y le apuntó.

     —Dame una razón para que no te mate —dijo, ¿era enserio?, había elegido dispararle a uno de sus compañeros en lugar de a ti, tarado.

     —Nunca he rogado por mi vida como para comenzar ahora —respondió, eso hasta a mi me sorprendió, Rick asintió y le alejó el arma.

     Luego de esa respuesta, Rick le pidió consejo para desactivar las alarmas, en cuanto se deshicieron del ruido, vinieron a ver mi situación, ya no había caminantes del otro lado de la puerta, por lo que salimos de ahí sin ningún inconveniente, con respecto al idiota que activo las alarmas, estaba claro que no podía quedarse con nosotros, así que sólo lo llevábamos como lastre. A Glenn y a Axel, el otro reo, los encontramos en una sala de visitas, quitarles a los caminantes fue fácil, solo armamos una distracción, el salir de las tumbas fue el reto, pero aun así lo logramos.