11.

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     Entre corriendo al camper, me senté en la mesa mientras seguía llorando, Carol no tardó en entrar, nos miramos, me levante y la abrace, lloramos abrazadas hasta que las lágrimas pararon, nos sentamos una frente a la otra, le tome las manos.

     —Perdóname, Carol... No pude encontrarla a tiempo —dije, ella apretó mis manos—. Te falle, le falle a Sophia, le falle a Luz, me falle,

    —Todo este tiempo pensé que estaría llorando, hambrienta y sola, pero no fue así. Ninguno de los Green sabía que ella estaba ahí, sólo Ottis...

    —No se si es bueno que pienses en eso —dije y oí como se abría la puerta del camper, no me hizo falta voltear para saber que era Daryl.

     —Es mi mejor consuelo —me respondió—, y será mejor que tú también lo encuentres pronto, Vanessa.

     —No lo creo, te falle y a Sophia.

     —No, Vanessa, tu y Daryl hicieron más por ella que nadie más en su vida. Estoy segura de que Luz la cuido mientras estuvo viva, y ahora seguirá cuidandote a ti —me dijo, yo limpie mis lágrimas.

     —Y yo estoy segura de que ahora son los angelitos más bonitos del cielo —respuse con voz ahogada, ella me sonrió.

     —Yo también —dijo un poco feliz, una felicidad disfrazada de tristeza, aun no aceptaba el duro golpe, mi hermana no lo resistió, cuando cayó en la cuenta de que su pequeña ya no le diría mamá simplemente tomo una soga y lo demás ya se lo imaginarán, en menos de tres semanas decidió eso.

     —Carol, ¿te molestaría si me encargo de... Enterrarla?, Tal vez no sea lo mejor que vayas y la mires así, a que la recuerdes como era... Lo digo por experiencia —dije, ella asintió.

     —No tendría fuerzas para hacerlo, gracias —respondí, le di un último apretón en las manos y me levante, cuando pase a un lado de Daryl me tomó del brazo.

     —¿Podemos hablar?

     —No tengo nada que hablar contigo, lo haz dejado en claro todo —respondí en un susurro y me le safe.

     Cuando llegue frente al granero ya habían cubierto el cuerpo de Sophia con una manta, al igual que el de los familiares de Hershel, ayude a cavar las tumbas y cuando los cuerpos bajaron, ayude a rellenarlas, fui por unas de mis flechas e hice unas pequeñas cruces, las enterré en cada tumba, frente a la de Sophia le quite el envoltorio a uno de los dulces que había encontrado y guardado para ella, moví un poco la tierra y lo enterré, ojalá le hubiera puesto su muñeca, pero era mejor que Carol tuviera un recuerdo de su nena. Algo triste, me levante de la tumba y camine hacia el campamento, ahí había algo de conmoción, no entendía muy bien el porque, en el trayecto recordé que había dejado el libro de Hershel en el porche de su casa, camine de regreso y lo tome, de adentró salió Maggie muy preocupada.

     —¿Que ocurre? —le pregunté, ella se asustó al verme.

     —Es mi hermana, está en shock y papá no está, tus amigos fueron por él, pero no han regresado y estoy preocupada —me explicó.

     —Vayamos, sé algo de medicina —dije y entramos a su casa.

     Su hermana estaba recostada en la cama, pálida, muy pálida, me acerqué y la toque, también estaba fría, me dieron un baumanómetro y le tome la presión, estaba ligeramente baja, y eso lo sabría yo, necesitaba algo de suero, le indique a Maggie y su tía entró a ponérselo, necesitaba la ayuda de Hershel, le dije a Maggie que iría a preguntarles a los chicos sobre él, salí de la casa y camine buscando a alguien, cuando oí la voz de Lori, discutía con Daryl, él le decía que no era su responsabilidad salir y buscar a Rick y a los demás, que si quisiera que eso se hiciera, lo hiciera ella, yo salí a escena, le lancé una mirada asesina a Daryl mientras Lori se iba.

El Arquero del Fin del MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora