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Y bueno, como tal vez notaron, el capítulo anterior lo hice sin haber visto ni un poco de las temporadas 9, 10 ni 11, pero justo ahora ya las estoy viendo y aunque quería saltarme el arco de los Susurradores para concluirlo, mientras lo estoy viendo, más me gusta y sí quiero meterlo, pero... Lo voy a adaptar para mantener mi idea original y avanzar hasta el final.

O no.

Han visto que van a hacer una serie de Daryl en Londres, me parece, y estoy pensando que podría hacer una mini serie para concluir con un broche de oro este bonito trabajo.

Por cierto, perdón por haber dejado abandonado el fic, pero en serio apenas pude ver la temporada y escribir inspirada. Sin más, disfruten!












-Es demasiado prometedor, ¿no les parece? -les pregunté a mis chicos luego de oír lo que Virgilio nos había dicho.

-Dinos tú, ¿qué tan probable seria? -me cuestionó Merle.

-Muy poco... Digo, una zona a la que la infección no llegó... No lo creo ni un poco. Los CDC cayeron, los campamentos de refugiados sucumbieron, los hospitales se volvieron morgues, cualquier laboratorio en pie... Es imposible y claramente ese sujeto no está bien -me sincere poniendo mis manos en mis caderas y suspirando pesadamente.

-¿Estás molesta o preocupada?

-Está enojada -respondió por mí Daryl.

Le sonreí un poco.

Después de todos estos años, sí que me seguía conociendo muy bien.

-¿Por qué?

-No quiero tener esperanzas y despues perderlas -me sincere-... ¿Sabes cuántos laboratorios he visitado los últimos años tratando de encontrar algo que pueda servir? ¿Cuántas vidas pude haber salvado si hubiera podido comenzar a trabajar en una vacuna? ¿Acaso...?

-Vanessa -me interrumpió Daryl y me abrazo.

Sabía que con esta noticia me habían tocado una vena sensible que generalmente la mantenía controlada, pero que cada vez más me estaba carcomiendo por dentro.

-Tengo que ir a ese lugar -me decidí.

-Tenemos -corearon ambos hermanos.

-Chicos, los necesitan aquí...

-¿Qué van a necesitar? Está todo en orden luego de que resolvieras los problemas en El Santuario, hermanita -me recordó Merle.

-Sí...

-¿Quién lo diría? Rick no pudo, Carol tampoco, pero tú en menos de un mes los controlaste y los hiciste trabajar.

-Funcionaban por un sistema de puntos, solo lo recordé y lo volví a aplicar -le reste importancia.

Había sido un mes horrible estar ahí, pero cuando Rick le dio la tarea a Daryl, no pude dejarlo solo, por lo cual lo acompañe.

Él sufrió más que yo, por eso cuando lo vi llegar a su limite, tomé el control e hice lo que se debía hacer: Un juicio para todos.

Algunos tuvieron que ser ejecutados por petición de las demás comunidades y estuve de acuerdo, no veía en ellos arrepentimiento, solo odio y muerte, pero sí salve a otros, a pesar de que lo merecían.

Claro que después me valió un buen regaño de parte de Rick, pero cuando vio cómo el Santuario empezó a seguirme, lo dejo pasar.

No era el nuevo él, era yo y una nueva administración que se quedó para que funcionaran las cosas como debían.

Y así fue como, a la menor provocación, abandonamos el Santuario y volvimos a Alexandria luego de una parada en Hilltop para ver cómo iban las cosas, pero nos topamos con la noticia del nuevo apenas una semana después de volver.

El Arquero del Fin del MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora