DOS EXTRAÑOS

45. Sinceridad

[HANNA]

Afortunadamente, el doctor que me está atendiendo habla inglés y español, cosa que facilita mucho entender todo lo que me esta explicando acerca del procedimiento para saber si soy compatible con Nicole, y en caso de que lo sea, como sería el procedimiento. Escucho atentamente la información que me da acerca de la opción de recolección de células madre de la sangre periférica, y la segunda opción que es la recolección de medula ósea, la cual representaría una cirugía menor.

Si bien intento comprender cada detalle de la información, mi mente sigue dándole vueltas a lo que vi allí fuera. No puedo dejar de sentir esta opresión en el pecho que me ahoga... —Señorita, ¿se encuentra bien? — Me pregunta el doctor —Si no puede o no quiere, aún está a tiempo— Aconseja y niego.

—No, continúe por favor— Le pido y de inmediato sigue con el procedimiento hasta que me dice que me puedo retirar mientras se esperan los resultados.

Salgo del consultorio con mi cuerpo temblando, pero no tiene nada que ver con el hecho de que me hayan extraído sangre, sino porque tengo miedo de salir y verlos juntos... Cruzo la puerta que da a la sala de espera, y allí los veo sentados uno al lado del otro abrazándose, Gastón besa su cabello como solía hacerlo conmigo y al verme la suelta —¿Ya está? — Me pregunta mientras que camina hacia mí y asiento.

—Hoy mismo me dirán si soy compatible o no— Le explico.

—Gracias...— Dice y al ver que ella se acerca, la mira y le extiende su mano —Mi amor, ya le hicieron el examen— Le dice a ella y en mi cabeza intento armar las piezas de un rompecabezas que no comprendo.

En estos momentos me siento como aquella chica que despierta después de haber perdido la memoria y se encuentra que todo su mundo cambio... «¿Sera que me paso eso?» Me cuestiono.

—Gracias Hanna—

—Jacqueline, ¿no? — Pregunto ya que no nos hemos presentado.

—Si, un gusto... lamento que fuera en estas circunstancias— Me dice y amablemente me ofrece su mano y al estrecharla me doy cuenta del inmenso anillo de diamantes que trae en su dedo anular...

«Esto tiene que ser broma...»

—Que bonito anillo— Comento y los miro.

Ella me sonríe forzosamente y observa su mano —Gastón, que ha exagerado un poco con nuestro anillo de compromiso— Explica y si antes me sentía mal, ahora estoy mucho peor.

—¿Se van a casar? — Cuestiono con la poca voz que sale de mi garganta y ella asiente.

—Ha sido una decisión un poco precipitada, pero si...— Expone.

—Gastón, ¿crees que podamos hablar un momento? Es sobre trabajo— Miento y es que no puedo seguir así...

Él la mira, ella asiente —Ve tranquilo, iré a ver a Nicole— Le dice ella y comienzo a caminar rumbo a un área solitaria de esta parte del hospital.

Estamos frente a frente, su mirada oscura se fija en mi y yo no puedo evitar soltar todas las lagrimas que llevo por dentro —¿Se puede saber que mierda ha pasado aquí? No entiendo nada... nos separamos unos días y resulta que te vas a casar con ella... ¿Qué ocurrió? ¿Es por mí? ¿Por mis dudas? — Le pregunto apenas pudiéndolo ver a causa del torrente de lágrimas que empañan mis ojos.

—Hanna— Me dice tomándome de los hombros —Lo siento, ¿si? Sé que debí hablar contigo antes y contártelo antes de que te dieras cuenta de todo— Comienza a decir.

—¿Qué me ibas a decir? ¿Qué me dejabas por ser la más imbécil del mundo? — Le reclamo.

—No es por eso Hanna... tú cargas con tus fantasmas del pasado, y yo con los míos... entiéndeme, yo perdí a mi familia... mi esposa y mi hija murieron hace seis años en un accidente, y la vida ahora me vuelve a poner a una mujer increíble y una niña que es un sol delante de mí...—

—¿Y yo? ¿Qué? ¿Qué paso con los mas de dos años que vivimos juntos? ¿La boda? No se si lo recuerdas, pero nos íbamos a casar... al menos hubieras terminado lo nuestro para pedirle casamiento a ella, ¿no? —

—Lo siento, ¿si? Yo tampoco soy perfecto, tampoco pude despegarme del pasado...—

—¿La amas? — Intercedo y se queda callado —Te lo estoy preguntando como tú me lo preguntaste a mi una vez con Cristian... ¿La amas? — Insisto y él agacha la mirada.

—Entiendo...— Digo y con mis labios detengo las lagrimas —Sabes... en un momento llegue a pensar que eras mi superhéroe... que me habías salvado de ese imbécil que quiso abusar de mi... llegue a sentirme tan culpable por todo lo que me estaba pasando... pero al menos yo fui clara... te pedí un tiempo, pero ¿tú? Me traes a Paris sin darme una explicación de nada y tengo que enterarme de todo como puedo, jamás llegue a imaginar que me podías lastimar de esta manera, yo ponía las manos en el fuego por ti, ¿entiendes? ¿Falle? Si... y lo siento, pero te llame, te explique, fui lo mas honesta que pude contigo...— Digo mientras que comienzo a sentirme extremadamente débil.

—Hanna...— Me dice sosteniéndome.

—¡Suéltame! — Le grito enfurecida.

—Te vas a caer— Intenta convencerme.

—Deja que me caiga, ya lo hice varias veces en mi vida y te aseguro que una más no me va a matar— Le digo levantando mis brazos y él se aleja.

Comienzo por caminar en dirección opuesta para salir del hospital y siento sus pasos detrás de mí —Hanna— intenta decir.

—Llámame cuando tengas los resultados y vendré si soy compatible... no te vuelvas a acercar a mi— Le exijo y son demasiadas las emociones que tengo por dentro como para saber si es la rabia o la tristeza quien gana en estos momentos.

No lo culpo por dejar de amarme, jamás lo obligaría a tal cosa... pero que me haya hecho todo esto de la manera que lo hizo era algo que definitivamente no esperaba de él.