DOS EXTRAÑOS

41. Dolor

[CRISTIAN]

Me dijo que necesitaba tiempo, pero han pasado horas y ya no sé que hacer, como actuar o que pensar acerca de lo que ocurrió entre los dos. Por mi parte me sentí en las nubes al tenerla nuevamente entre mis brazos, pero no sé que significo para ella, ¿y si me dice que fue todo un error? ¿y si no vuelve? ¿y si huye de mi vida y no vuelve a aparecer? Son tantas las preguntas que tengo, tantos lo miedo que no puedo más. Me levanto de este sofá con la intención de irla a buscar, pero la puerta principal de la cabaña se abre y allí esta ella.

Luce cansada, confundida, y sobre todo, se nota que estuvo llorando —Hanna, yo...— intento decir acercándome a ella, pero levanta su mano para pedirme que no diga nada y cierra la puerta detrás de ella para seguir avanzando.

—Hable con Gastón, le confesé lo que paso o, mejor dicho, se dio cuenta sin que le tuviera que decir ni una sola palabra— explica y esto si que no me lo esperaba.

—Eh... ¿y que te dijo? — me atrevo a preguntarle con mi voz entrecortada a causa de los nervios y es que no puedo dejar de pensar en que ha de querer matarme.

—Que averigüe que me sucede contigo, en realidad me dijo que hay historias que por más que quieras ponerles punto final, terminan siendo puntos suspensivos, y que debía averiguar que sigue después de ellos, y que él estaba haciendo lo mismo en Francia— me cuenta y se la escucha sumamente abrumada.

—¿Y eso significa...? — indago sin entender mucho lo que me está queriendo decir o, mejor dicho, que significa para nosotros.

—Creo que lo estoy perdiendo...— me dice y sus lagrimas comienzan a derramarse de sus ojos haciendo que no crea lo que estoy presenciando.

«¿Esta llorando por él después de haber estado conmigo?»

Intento contener las lágrimas que amenazan con salid de mis ojos —¿lo amas tanto que a pesar de lo que ocurrió aun piensas en él? — le pregunto e inevitablemente las primeras lagrimas se escapan de mis ojos.

—Cristian...— me dice levantando su mirada para verme —esta claro que tu y yo nos hemos amado en algún punto de nuestras vidas— me dice —pero, la verdad es que tu y yo somos dos extraños ahora a quienes solo nos une la perdida de un hijo— continua y en estos momentos siento que me falta el aire.

—¿Y lo de recién? ¿Qué fue eso? — pregunto mientras siento que me quiebro por dentro.

—Sexo... como el que tuvimos alguna vez...—

—¿Te estas vengando de mi porque al principio no sabía que estaba enamorado de ti? — le pregunto lleno de rabia y me acerco a ella.

—No... estoy intentando ser lo más sincera que puedo contigo y con él. Mira puede que en este preciso instante este perdiendo a Gastón, es más tengo la certeza de que esta con algún viejo amor de esos que tuvo hace algunos años cuando aun vivía en Francia, pero así todo estoy aquí parado frente a ti diciéndote que lo amo, ¿entiendes? Si te amara como lo hacia cuando era aquella Hanna adolescente, no hubiera sentido culpa por lo que hicimos, sino que estaríamos aquí volviéndonos a comer a besos y arrancándonos la ropa, pero esto funciona Cristian... yo simplemente no puedo, lo siento— me dice con sus ojos convirtiéndose en un mar de lágrimas.

—No sabes cuanto me duele perderte— le digo llorando como nunca creí que lo haría.

—Claro que lo sé, yo te perdí una vez y pasé por ese dolor.... — sentencia con su voz quebrándose —no sabes cuanto lamento que el tiempo haya hecho de las suyas, cuanto siento que nuestra historia no pueda tener un final feliz, pero las cosas no son siempre como uno imagina de niño, el amor no es tan fácil... el amor no funciona a plazo fijo, es un hoy esperando un mañana, y nuestro mañana no fue... asique es mejor que cada uno siga con su camino— termina de decir y lo único que puedo hacer es asentir levemente mientras que siento como me arrancan un pedazo muy importante de mí.

—Así estés con él, siempre serás mi Hanna...— digo bajito.

—Lo sé, y tu nunca dejaras de ser aquel chico que me robaba el aliento, pero las cosas cambian, en la vida conoces personas importantes que te hacen sentir diferente o al menos hacer que tus sentimientos crezcan— sentencia y verla empezar a recoger sus cosas, me hace entender que la ruptura que no tuvimos hace años atrás, esta ocurriendo ahora.