DOS EXTRAÑOS

51. Recuerdos Que No Voy a Olvidar

[HANNA]

(Horas más tarde)

"Mis ganas de verte son más grandes que la distancia que nos separa"

Leo una y otra vez el pequeño papel que me dio el señor Cáceres de parte de Cristian, y no puedo creer que se acuerde de eso... Sonrió un poco nerviosa antes de abrir la puerta de entrada del edificio ubicado en la dirección que me ha dado, y acomodo mi corto vestido color blanco para después abrir la puerta. Me sorprendo al ver un mostrados y una mujer vestida elegantemente vestida de pie al otro lado —¿Señorita Mercier? — Me pregunta y comienzo a asustarme 《Me conoce? 》 es la pregunta que me hago internamente.

—Si, me han citado aquí, pero no sé donde exactamente— Explico un tanto nerviosa. Ella no dice una sola palabra, solo me entrega un sobre y me hace un gesto como diciéndome que allí esta la respuesta que busco —Gracias— Le digo y me alejo un poco para abrir el sobre.

Lentamente quito la carta que hay dentro y comienzo a leer lo que dice.

"Nuestro primer San Valentín juntos en febrero del 2010, fue una celebración un tanto extraña, ¿lo recuerdas? Hablamos, cenamos, y nos reímos como amigos, para después terminar enredándonos como la pareja más enamorada del mundo a pesar de que no nos dijimos ninguna palabra de amor. El error más grande que cometí aquella noche fue dejarte aquella nota encima de aquella cama de hotel donde te llevé.

"Mis ganas de verte son más grandes que la distancia que nos separa"

Fui un tonto al no darme cuenta lo que me sucedía contigo, te escribí aquellas palabras para darte a entender que a pesar de todo lo que yo creía que nos separaba, eran más grandes aquellas ganas de verte... así le llamaba a lo enamorado que estaba de ti.

Si bien te estoy confesando todo esto en un día de San Valentín, nueve años después, hoy no estoy aquí para hablarte de amor. Entendí que alejarte de todo ha sido algo que has hecho porque lo necesitabas, que te estás recuperando de algunas heridas que cuestan trabajo cerrar y que lo que necesitas no es que alguien venga y te confunda más, sino una persona con quien puedas conversar, desahogarte, y yo me prometí buscarte para estar a tu lado, para apoyarte y abrazarte si así lo quieres.

Solo si quieres, tu amigo Cristian te espera en la terraza de este edificio para celebrar este día que no solo es el día del amor, pero también de la amistad; y fue exactamente eso lo que tú y yo tuvimos antes de cualquier otra cosa.

Feliz San Valentín Hanna"

Doblo el papel, lo vuelvo a poner dentro del sobre, y siento como una lagrima se derrama por mi mejilla. Sonrió como una tonta a causa de los recuerdos y de lo que estas palabras significan para mi... Cristian ha dejado de ser un hombre egoísta... Guardo el sobre en mi bolso, camino hacia el elevador, presiono el botón para llamarlo y una vez que sus puertas se abren ingreso para presionar el botón que llevara a la terraza. No puedo negarme a verlo, y no porque este buscando que entre nosotros dos ocurra algo, sino porque en el fondo, necesito a mi amigo... y mucho.

Salgo del elevador una vez que llega al ultimo piso y para mi sorpresa en el corto pasillo que da a la puerta que sale a la terraza, me encuentro con decenas de fotos pegadas en la pared. Voy observándolas una a una, y no puedo creer lo que ha hecho... Son nuestras fotos de cuando éramos adolescentes y pasábamos horas juntos en la playa, en el parque, o incluso cuando íbamos al cine. En algunas de estas fotos nos estamos riendo como nunca, y en otras él esta un poco más serio mientras que yo lo molesto. Estoy llegando casi al final, cuando de pronto me encuentro con una foto mía durmiendo desnuda boca abajo en su cama, y para mi sorpresa esta foto cuelga de una manera diferente haciendo que pueda girarla y al leer lo que dice en la parte de atrás, sonrío.

"Despertar y verla así es el paisaje más hermoso del mundo, lo pintaría una y mil veces para no olvidármelo nunca"

Intento recuperarme de este momento tomando un poco de aire, y una vez que lo consigo, abro la puerta y salgo a la terraza. Esta frio, pero no tanto, lo cual me resulta extraño, pero al ir avanzando me doy cuenta de que es una terraza techada y con sistema de calefacción para el invierno 《tenia todo calculado》 pienso, y sigo caminando hasta que de repente me tengo que quedar inmóvil ante lo que veo frente a mi.

—Bienvenida— Escucho su voz detrás de mi, y al voltear me encuentro con sus ojos marrones mirándome fijamente —Te ves hermosa Hanna— Continua y me entrega una rosa blanca.

—Gracias, tú no te ves nada mal...— Respondo observando la manera que le queda ese pantalón negro de vestir y la camisa clásica color blanca con sus primeros botones desabrochados y sus mangas remangadas —¿Qué es todo esto? — Pregunto volviéndome a girar para mirar la decena de cuadros que hay frente a mi.

—La exposición que llevara tu nombre— Me responde y no puedo decir una sola palabra cuando al verlos uno a uno, me veo reflejada en cada una de las pinturas. La foto que tenia colgando en el pasillo es una de las que ha pintado en un lienzo gigante, esta en blanco y negro, pero para mi sorpresa un poco más adelante hay otra igual, pero en color.

—¿Por qué hay dos? — Pregunto, aunque todavía no entiendo nada de todo esto.

—La que esta en blanco y negro representa mis noches oscuras imaginándote así, la de color, representa las noches que te tuve... la realidad, la felicidad, el amor...—

—Dijiste que era mi amigo Cristian quien me esperaba aquí— Le recuerdo.

—Si, y es quien esta aquí, estoy dispuesto a escucharte, a abrazarte, a ayudarte a recuperarte de lo que sea que necesites... puedes contar conmigo para lo que quieras, pero eso no quiere decir que el amigo no pueda estar enamorado de su mejor amiga— Se defiende haciéndome voltear a verlo.

—¿Y por eso ha pintado todos estos cuadros? — Cuestiono mientras que sigo observando cada uno de ellos donde en algunos esta mi rostro, en otro mis ojos, y después algunas de las fotos que había colgadas en el pasillo.

—Llevo años pintándote, acariciándote a través de mis pinceles... creí que debías saberlo— Me confiesa y en estos momentos no sé que decirle —¿Cenamos? — Propone al notar mi silencio y tan solo asiento.

—Por favor—

—Por aquí— Me indica y todo esto es tan hermoso como inesperado, pero al mismo tiempo va en contra del tiempo que necesito, solo espero que él lo entienda y realmente se comporte como el amigo que necesito en estos momentos.