[HANNA]
Me veo aquí sentada frente a él y sigo creyendo que todo esto es un sueño, no solo porque estamos juntos, enamorados, y en nuestra primera cita, sino porque el sitio es magnifico. El paisaje que nos rodea pareciera ser sacado de un cuento y la manera que él me mira es tal y como alguna vez la imagine —Sabes, es un sueño tenerte aquí— Me dice interrumpiendo mis pensamientos y sonrió.
—Estaba justamente pensando en eso— Confieso y suspiro —Nunca imagine que estaríamos en un sitio así juntos y sobretodo sintiendo lo mismo— Confieso y ahora es él quien se sonríe.
El camarero se acerca a nuestra mesa con la botella de champagne que ordeno Cristian y sirve nuestras copas hasta la mitad para después retirarse dejándonos saber que en pocos minutos llegaran los platos que hemos pedido —¿Brindamos? — Me propone él y asiento sujetando mi copa mientras que él hace lo mismo —Por ti, por mi...—
—Por nosotros— Rebato y chocamos nuestras copas para luego beber un sorbo de champagne.
—Déjame ponerme un poco cursi esta noche y decirte que eres y siempre serás la mujer más hermosa que he visto en mi vida. Estoy loco por ti Hanna Mercier, y te juro que haría lo que fuera para hacerte feliz, para que nos recuperemos del pasado y construyamos un futuro juntos— Me dice dejando a todos mis sentidos en jaque —Te amo—
Le sonrió, suspiro... en pocas palabras, estoy en las nubes por él... —Yo también te amo Cristian, a pesar de todo y del tiempo— Le confieso bajo el efecto hipnótico de su mirada.
El tiempo podría detenerse aquí con su mirada clavada en mi, con esa sonrisa que ha sido y continúa siendo la razón por la cual suspirare de esta manera. Hablar de nosotros, de nuestros trabajos, de lo que ha pasado en nuestras vidas durante todos estos años fuera de todo lo que ya hemos conversado; se convierte en algo único, volvemos a ser aquellos dos que se contaban todo y reían de cosas que solo ellos entendían.
De repente el reloj nos sentencia haciendo que nos levantemos de nuestras sillas después de casi tres horas en esta mesa y cuando me dispongo a salir por completo del lugar rumbo al área del valet, él me detiene —Mi amor— Me dice sujetándome de la mano.
—¿Sí? — Pregunto un poco confundida.
—Te tengo otra sorpresa, ¿me acompañas? — Me pide y yo tan solo lo miro un poco confundida y asiento.
—Claro— Respondo y sin dudarlo sigo sus pasos que en estos momentos nos llevan por una especie de pasillo ubicado entre las cuevas. Repentinamente nos encontramos con algunos elevadores y él presiona el botón para llamarlos y una vez que las puertas se abren, subimos —Ahora si que tengo curiosidad... ¿Dónde vamos? — Pregunto con mucha intriga.
Él se sonríe, se acerca a mi, y rodea mi cintura con sus brazos —¿Sabías que hay un hotel aquí? — Me cuestiona y niego mientras que sonrió.
—No...—
—Bueno, espero que no te haya parecido un atrevimiento, pero hice una pequeña maleta con ropa tuya... no espera en nuestro cuarto— Explica haciéndome reír nerviosa.
—¿Pasaremos el fin de semana aquí? — Indago y asiente.
—Así es, ven...— Me pide una vez que las puertas se abren y me guía hasta la puerta de nuestra habitación —Mi amor, entra primero, creo que se me cayo algo en el elevador— Me explica mientras tantea los bolsillos de su pantalón y me entrega la llave de la habitación.
—Esta bien— Respondo en medio de mi emoción por esta bonita sorpresa que me ha dado.
《No puedo creer que Cristian haya planeado todo esto...》
Abro la puerta de la habitación con la llave que me ha dado, y para mi sorpresa me encuentro con un camino de velas y rosas que se reflejan en el suelo con efecto de mar que conforma esta habitación sumamente hermosa. Sus paredes son blancas al igual que sus muebles y el enorme ventanal ofrece una vista al mar adriático que te quita el aliento, pero aquí dentro hay mucho más que eso... Sigo el camino que dibujan las pequeñas velas y llego hacia una pequeña mesa color blanca donde hay pétalos de rosas blancas y una caja con un lazo del mismo color. Sin poder aguantar mi curiosidad, la abro y sonrió al ver muchas fotografías de cuando Cristian y yo éramos adolescentes... nos veo riéndonos, en la playa... y entre todas esas cosas veo algunos brazaletes de esos que nos daban en las discotecas, entradas de conciertos, y varios otras cosas que me hacen recordar los increíbles momentos que vivimos juntos. De repente, me encuentro con un anillo con un diamante bastante importante y noto que tiene una notita colgando de el. La miro y mi corazón se acelera como nunca lo hizo en su vida.
—¿Qué dices Hanna Mercier? ¿Te casarías conmigo? — Escucho su voz y al voltear a verlo, esta de rodillas en el suelo con una rosa en su mano. No puedo ni siquiera hablar a causa de la manera en la que estoy llorando de la emoción. Jamás imagine algo como esto... A pesar de mis miedos, del dolor, de todo lo que siempre rodeo lo que él y yo tuvimos, asiento y apenas puedo ver la manera en la que se sonríe —¿Es un sí? — Me pregunta divertido.
—Es un si... un gran si...— Respondo y no puedo ni mirarlo a causa de las lagrimas, tan solo siento sus brazos rodeándome y sus labios luego besándome como si su vida dependiera de esto.
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DOS EXTRAÑOS
RomantizmLas vidas de Cristian y Hanna se cruzaron hace muchos años atrás en lo que ellos llamaron un "romance" pasajero, el cual hizo que sus vidas no volvieran a ser las misma después de ese momento. Sus vidas tomaron caminos diferentes, Cristian, por su p...