DOS EXTRAÑOS

13. Este Dolor, Otra Vez...

[HANNA]

Horas después

De haber sabido que todo ese encuentro era una maldita trampa de Cristian para ponerme cara a cara con mi pasado, no hubiera accedido a ir. La tristeza una vez más se apodero de mí y eso siempre me pasa cuando recuerdo a Noah. Busco entre mis cosas la caja con lo poco que hay de él y me siento en el suelo del walking closet, es ver la fotografía que le tomaron en el hospital y sentir una vez más todo ese dolor que llevo sintiendo desde aquel día cuando el doctor vino a decirme que su corazón había dejado de latir y que esa vez ya no pudieron reanimarlo como lo hicieron cuando nació.
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Con la yema de mis dedos acaricio la fotografía de mi hijo e intento no mancharla con las lágrimas que se derraman de mis ojos. —pensar que tendrías siete años. — digo en voz alta.

—Era hermoso. — escucho la voz de Gastón y al voltear, lo veo parado detrás de mí.

«No tengo ni idea en que momento ha llegado a la casa...»

—Amor... yo...— intento decir, pero él se agacha y luego se sienta a mi lado.

—No te voy a reclamar que no me lo hayas dicho, solo me sorprendió, eso es todo. — me dice mirándome a los ojos y lentamente quita mis lágrimas con la punta de sus dedos.

—Es una parte muy dolorosa de mi pasado. — explico y asiente.

—Puedo imaginarlo, supongo que también era algo muy personal para ti. — comenta bajito y asiento.

—Ni siquiera mis padres lo saben, por favor, no se los digas aún. — le pido.

Él acaricia mi cabello y lo acomoda —yo no diré nada, cuando tú quieras hablarlo, lo hablaras con quien lo desees. — me dice tierno.

—¿No vas a preguntarme quien era el padre? — cuestiono algo sorprendida y es que en verdad no esperaba esta actitud de su parte.

—¿Quieres hablarlo? Yo creo que no, si tu amigo no hubiera dicho nada, tú no me lo hubieras dicho y sabes... si hay algo que tú y yo respetamos en esta relación, son nuestros espacios. Yo tampoco soy capaz de hablar mucho de la muerte de mi esposa y de mí hija, créeme que te entiendo. —

—¿Cómo lo superaste? — le pregunto entre lágrimas.

—No se supera ma belle, solo se intenta seguir adelante... Tú eres la única que consiguio sacarme de ese pozo donde me caí hace seis años y siempre le agradeceré a la vida el haberte cruzado en mi camino. — me responde y no puedo más que arrodillarme en el suelo y abrazarlo con todas mis fuerzas.

—Te amo. — le digo sin soltarlo.

—Yo también te amo ma belle...— responde y hace una pausa —sabes... sé que no es el momento indicado, pero son las 12:05 de la noche y hay alguien aquí que está cumpliendo 26 años. — dice bajito y solo él puede hacerme sonreír en medio de mis lágrimas —feliz cumpleaños hermosa. — continua y hace que nos separemos un poco para darme un tierno beso con sabor a sal a causa de mis lágrimas.

—Gracias amor y no solo por decirme feliz cumpleaños, sino por respetar mis espacios y tiempos, te prometo que un día te contare todo acerca de Noah. — digo mirándolo a los ojos y sonríe.

—¿Así se llamaba? — me pregunta y asiento.

—Sí, uno de sus significados es paz y en aquella etapa de mi vida, él trajo eso a mi vida. — explico.

—Eras muy joven...— dice y besa la comisura de mis labios.

—Lo era... guardare todo esto mejor, ¿sí? — propongo y asiente.

—Sabes, tenía algunos planes para pasar tu cumpleaños, pero no sé si cancelarlos o no... ¿Qué quieres que haga? — me pregunta mientras me ayuda a ponerme de pie.

—Lamentablemente no hay nada que pueda hacer para cambiar el pasado y tampoco quiero arruinarte tus planes, sigue con ellos. — expreso y es que honestamente siento que debo ser valiente y seguir adelante como lo hice hasta ahora.

Siempre pienso que si Gastón fue capaz de seguir adelante después de perder a su esposa y a su hija de tan solo un año en un accidente de auto hace seis años, yo tengo que ser capaz de hacerlo también. Creo que desde que supe su historia, esa fue una de las cosas que me hizo admirarlo más. Es fuerte, pero sensible a la vez cada vez que alguna fecha especial se acerca, en esos momentos soy yo quien lo abraza como él lo hizo conmigo hoy, quizás esto nos ha unido un poco más y es hasta ahora que me doy cuenta.