[CRISTIAN]
12 de diciembre, 2018
Ni un pasar toda la noche de anoche trabajando hizo que las palabras de Hanna se salieran de mi mente. "yo accedí... estaba tan estúpidamente enamorada de ti, que, si la única manera en la que podía tenerte era diciéndote que era solo sexo, lo hacía y así fue."
Esas palabras se han convertido en un nuevo fantasma junto a la noticia de que tuvimos un hijo. No puedo creer que haya sido tan imbécil para tardarme tanto tiempo en darme cuenta de que estaba estúpidamente enamorado de esa chica que me robaba la razón cada vez que estábamos juntos. Aquella noche en mi casa, las señales fueron más que evidentes, pero no, yo quise o no supe ver lo que ocurría y decidí seguir basando todo lo nuestro en un simple encuentro entre dos cuerpos que se perdían mutuamente al estar juntos.
En un intento por descansar, voy mi habitación, me acuesto en mi cama, pero esta tan fría que duele, ella no está conmigo, estoy solo y con solo pensar que podríamos haber sido ella, Noah y yo, la culpa y la rabia me consume.
Tengo la mala costumbre de poner la calefacción a una temperatura agradable para combatir el frio de California y así poder dormir ligero de ropa, en realidad casi nada, solo mi bóxer y una tímida sabana que hace el intento por cubrirme, pero falla cuando me muevo de un lado a otro de la cama y se enreda en mí. Mi mente da vueltas sin parar entre lo que fuimos con Hanna y la nada misma que hay ahora, supongo que no se puede vivir del pasado, pero ¿Cómo lo hago cuando ese pasado fue tan fuerte y tuvo tales consecuencias como lo es un hijo? No puedo parar de imaginármela embarazada, me duele pensarla sola y dándolo todo para asumir con la mayor madurez del mundo ser madre a los 18, mucho menos puedo dejar de sentirme culpable por haber tenido la vida que tuve mientras que ella pasaba por todo aquello.
Hoy me siento culpable de los viajes, de las exposiciones, del tiempo fuera del país, me siento culpable de las llamadas que no respondí y sobre todo me siento culpable de la confianza que le di a gente que me traiciono, pero Hanna lleva razón. Aquí el problema no fue Zaira, fui yo. Ella intento hablar conmigo y yo como todo un cabron le decía que estaba ocupado que mi vida en aquel momento era esa.
Esta habitación se siente fría y no por su temperatura, se siente fría porque en estos momentos comprendo que todo lo que parecía ser mi perfecta vida se convirtio en nada.
¿De qué me sirve haberme convertido en un pintor de prestigio? ¿De qué me sirven esas críticas increíbles? ¿De qué me sirven esos cuadros vendidos a gente importantísima? ¿De qué me sirve todo esto cuando estoy solo?
Todo aquello parece haber perdido el valor absoluto en estos momentos, estoy solo, perdí lo que pudo haber sido mi familia y la mujer de mi vida prácticamente me odia por llamarlo de alguna manera. Quito la almohada de debajo de mi cabeza y la llevo sobre mi cara, no con la intensión de asfixiarme, pero si con la intensión de intentar encerrarme entre la oscuridad que me provee.
—¿La sigues amando? — me pregunto de una manera reflexiva y la respuesta es evidente. —Sí, claro que la sigues amando y como todo un idiota. — me respondo y una sensación de angustia me invade.
Sé que la amo, eso es obvio, pero no sé si es que sigo amando a la Hanna del pasado, aquella que en mi celebración de cumpleaños me hizo dudar de absolutamente todo, o de la Hanna con la que me reencontré. No cabe duda que los años la han puesto aún más hermosa, que su sensualidad es igual de devastadora que la peor catástrofe natural, pero la Hanna mujer con la que me encontré esta dolida, es fría, controla sus emociones y me hace dudar por completo si estoy a la altura de la mujer que ella es ahora. Es elegante, distinguida, conocedora de muchos temas y una dama frente al mundo, aunque imagino que en su intimidad sigue siendo esa llama de fuego que era conmigo.
Resoplo frustrado —¿Y para qué quieres saber todo esto? Ella esta con Gastón, no olvides ese detalle. — me recuerdo y también recuerdo que Gastón no es un simple tipo con el que simplemente pueda decir que me importa todo un carajo e intentar estar con ella, mi carrera en estos momentos está en gran parte en sus manos.
—¿De verdad te importa tu carrera? — me cuestiono —mira lo vacía que es tu vida gracias a ella. — me vuelvo a recordar y me giro en la cama quedando boca abajo y con la almohada sobe mi cabeza. —lo que deberías preguntarte es si siquiera tienes una oportunidad de algo con ella... esa es la verdadera incógnita en todo esto. —señalo y sé que esta noche no habrá respuesta, lo que sí sé que habrá, es insomnio, de eso estoy clarísimo.
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DOS EXTRAÑOS
RomanceLas vidas de Cristian y Hanna se cruzaron hace muchos años atrás en lo que ellos llamaron un "romance" pasajero, el cual hizo que sus vidas no volvieran a ser las misma después de ese momento. Sus vidas tomaron caminos diferentes, Cristian, por su p...