[HANNA]
Al día siguiente: diciembre 26, 2018
Santa Mónica, California
Por un lado, Gastón y sus deseos de ser padre y por el otro, Cristian y su tardía confesión de que me siempre me quiso y que aun sigue enamorado de mí, el presente y el pasado dando vueltas en mi cabeza al mismo tiempo, así se resume esta mezcla de sentimientos que me hacen sentir tan confundida. Aprovechando que Gastón se ha ido a jugar al golf con mi padre y que mi madre tiene guardia en el hospital, me coloco mi ropa deportiva, salgo de la casa y comienzo a correr rumbo a la playa. Necesito no pensar en nada, despejarme, volver a encontrar la paz que me fue arrebatada desde que volví a verlo a él.
Las casas van pasando por mi alrededor mientras sigo corriendo y "better man" de Robbie Williams suena en mis auriculares hablando de como los ángeles atraparan mis lagrimas y me sacaran de aquí mientras que el alma sana a través de la vergüenza y creceré a través de este dolor y como le dice al Señor que hace todo lo que puede para ser un mejor hombre. Esta canción siempre me ha llegado hondo, pero ahora cobra un nuevo sentido y no se ni porque, o es que quizás simplemente estoy muy sensible por todo lo que he vivido estos días y eso es todo, aun la respuesta es incierta.
Mis pies ya se mueven con un poco mas de dificultad mientras que van pisando la arena y al ir llegando a la orilla, ya vuelvo a poder correr con facilidad a consecuencia de la firmeza de la arena. La brisa del mar me invade haciéndome sentir libre y es en este preciso instante que me doy cuenta de cuanta falta me hacia esto. Este era mi escape cuando vivía aquí, recuerdo perfectamente como salía corriendo de mi casa en esos días que veía a Cristian con otra chica y el dolor me consumía. Me sentaba en la orilla dejando que el sabor salado de mis lagrimas se confundieran con el salado del mar mientras pensaba que entre él y yo nunca habría posibilidades de nada. Quizás que no ocurriera nada hubiera sido mejor...
Sigo corriendo, intentando no pensar en todo aquello, pero el destino pareciera jugar en mi contra cuando lo veo a él sentado en una silla de playa cerca de la orilla con un bloc dibujando. Mi ser completo me pide que retroceda, que lo evite, pero al parecer mi corazón no entiende el mensaje y me pide que siga corriendo hacia él, lo que no se es para qué. Nos separa una corta distancia cuando él mira hacia aquí y se me queda viendo fijamente como intentando entender si soy real o no.
—¿Hanna? — pregunta a la nada y resignándome a que pase lo que deba pasar, me acerco a él y me detengo a tan solo unos pocos pasos.
—Hola. — digo sin saber muy bien que hacer o decir.
—No puedo creer que estés aquí...— murmura y se levanta de la silla apoyando el bloc sobre la misma.
—Lo mismo digo. — respondo fría y mi mirada va directamente hacia el bloc de dibujo y al ver lo que estaba dibujando, me es inevitable no acercarme y tomarlo entre mis manos —¿Por qué? — pregunto mientras que por dentro una sensación de tristeza inmensa me invade —¿Por qué estas dibujando a Noah? — pregunto mientras que siento como las lagrimas comienzan a acumularse en mis ojos.
—Porque no puedo borrar la imagen de la fotografía que me mostraste de mi mente, sueño cada noche con esa imagen... te imagino a ti con nuestro hijo en brazos y yo entrando a nuestra habitación muriéndome de amor al verlos. — me dice.
—No me hagas esto...— le pido sin poder contener las lágrimas.
—¿Qué cosa? ¿decirte que si hubiera sabido que iba a ser papá lo hubiera dejado todo para regresar aquí y pedirte que fueras mi esposa, que criáramos a nuestro hijo juntos? — me pregunta acercándose a mí.
—Es tarde ya... nuestro hijo murió y entre tu y yo no queda absolutamente nada. — digo e intento darme la vuelta para irme, pero él me sujeta suavemente para que no me vaya.
—No es tarde...— susurra y se para frente a mí.
—Lo es. — insisto.
—Hanna, no te cases. — me dice de la nada.
—¡¿Qué?! ¡¿Te volviste loco?! — pregunto sin poder creer lo que acabo de escuchar.
—No, solo te pido una oportunidad, sabes muy bien que entre nosotros dos aun quedan muchas cosas pendientes. —
—¿Y crees que lo voy a dejar a él para averiguarlo? No se que te hace pensar que entre tu y yo puede existir algo todavía, pero te aseguro que estas muy equivocado. — le explico sin apartar mi mirada de la suya.
Él se acerca un poco más —¿me dirás que no sientes nada por mí? — me pregunta firme.
—Si, rabia...— respondo rápidamente y para mi sorpresa, lleva su mano a mi mejilla y me acaricia lentamente.
—¿Recuerdas la noche en tu casa que te dije que te quería? — me pregunta y no respondo —ese día fui sincero, pero cuando tu me dijiste que te referías a que me querías como amigo, yo decidí seguirte la corriente y decirte que solo te quería de esa manera, pero en realidad moría por decirte que te quería como mujer. — me confiesa.
—¿Y porque no lo hiciste? — pregunto firme.
—Porque no te quería perder... tenia miedo de joderlo todo, pero ahora me doy cuenta de que fue el error más grande de mi vida, debí decirte siempre todo lo que sentía por ti así tu hubieras salido corriendo. — me dice y por dentro hay una tormenta de sentimientos que ya no se ni como manejar.
—Tengo que irme. — es lo único que se me ocurre decir para no caer en su juego.
El miedo me consume y es que no quiero caer en su red... no puedo hacerle esto a Gastón, no quiero que el pasado me gane.
—Una salida juntos y solos, solo eso te pido... tenemos muchas cosas que decirnos. — me pide repentinamente y solo puedo mirarlo confundida —por favor. — termina de decir.
—¿Para qué? Ya no ha nada que puedas decir o hacer... yo me casare con Gastón y no pienso echarme para atrás en mi decisión. — sentencio.
—Por favor, Hanna... solo una salida, tenemos demasiadas cosas que decirnos. — insiste.
Debería decirle que no... pero hay algo dentro de mi que me pide que acepte —mañana a las dos de la tarde te veo aquí. — sentencio y sin más me doy la vuelta para irme.
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DOS EXTRAÑOS
RomanceLas vidas de Cristian y Hanna se cruzaron hace muchos años atrás en lo que ellos llamaron un "romance" pasajero, el cual hizo que sus vidas no volvieran a ser las misma después de ese momento. Sus vidas tomaron caminos diferentes, Cristian, por su p...