65. Planes a Futuro

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[HANNA]

(Horas más tarde)

—¿Qué tanto me miras? — Me pregunta él cuando me acomodo de lado en esta cama donde acabamos de hacer el amor y me lo quedo mirando.

Sonrió —Lo guapo que eres y lo bien que queda el mar justo detrás de ti— Comento y es que la vista de esta habitación es mágica.

—¿Quieres que nos quedemos a vivir aquí? — Inquiere de repente y le sonrió.

—¿Es una pregunta o una propuesta? — Averiguo.

—Una pregunta con gusto a propuesta— Rebate divertido mientras que sus dedos juegan con mi cabello.

—Me gusta mucho Bari, además, desde que has llegado, me gusta mucho más— Confieso.

Sus dedos acarician mis brazos suavemente y mi piel responde al instante —A mi también me gusta, es un sitio muy tranquilo... me veo aquí contigo siendo felices—

—Yo también— Admito.

—Eso no quita que debamos ir a afrontar a nuestras familias— Añade y mis nervios regresan.

—¿Cómo crees que lo tomen? — Cuestiono nerviosa.

Él se sonríe —No tengo ni idea, pero lo que te puedo decir, es que estoy dispuesto a todo por ti— Responde haciéndome sonreír.

—Que valiente...— Murmuro y me arrodillo en la cama para después acercarme a él quien se sienta con sus piernas estiradas sobre la cama.

—Por ti lo que sea— Repite llevando sus manos sobre mi cintura y me hace acercar a él hasta que sus piernas quedan entra las mías y nuestro torsos se rozan.

—Fue muy difícil ir por el mundo sin ti— Le confieso acercándome a sus labios.

—Mi vida no fue vida sin ti en ella, de verdad que siento que recién ahora estoy respirando con normalidad; eres el amor de mi vida Hanna Mercier— Me dice de una manera que me roba la razón y lo beso lentamente mientras que hago que su intimidad y la mía se rocen haciéndonos sonreír entre besos —Mi Hanna traviesa— Murmura divertido y sonrió.

—Te deseo a cada minuto— Le digo sensual y sigo provocándolo con mis movimientos.

—Yo a ti... y si te mueves así, me volveré loco— Advierte divertido y continuo hasta que de pronto, él me sujeta firme y me ubica a su antojo hasta que se hunde en mi robándome un gemido que él calla con un beso.

—No te detengas Le pido cuando hace que nuestros cuerpos se muevan a su antojo para que cada movimiento suyo en mi, me lleve un poco más lejos.

Las palabras dejan de existir entre los dos cuando la pasión nos gana haciendo que el mundo se detenga hasta que nos rendimos al placer absoluto. Su sonrisa y la mía lo dicen todo y así agitados como estamos, nos volvemos a besar castamente. —Te amo con locura, ¿lo sabes? — Le pregunto y asiente.

—Lo sé porque te amo de igual manera— Me responde sin moverse de mi y sin poder evitarlo, muerdo sus labios.

—Cris...—Murmuro sin moverme.

—¿Uhm? — Rebate como diciéndome que continúe y me acerco a su oído.

—¿Es una locura si te digo que después de mucho tiempo me entraron ganas de ser mamá? — Le pregunto al oído y me alejo para verlo a los ojos.

Él se sonríe, sube con la yema de sus dedos por mi espalda hasta llegar a mi cabello y enreda sus dedos en este —¿Es un comentario o una propuesta? — Me pregunta haciéndome reír.

—Un comentario con gusto a propuesta— Rebato imitando sus palabras.

—Si tú quieres, yo quiero— Responde y me lo quedo mirando a los ojos.

—¿Hablamos con nuestras familias y después hacemos realidad esos planes? — Le propongo y asiente.

—Me encanta la idea—

—Y a mi me encantas tú... en estos días ponemos fecha para ir a Estados Unidos, pero ahora solo bésame...— Le pido y sin decir más nada, él me besa haciéndome perder la razón del tiempo una vez más.

[CRISTIAN]

Al día siguiente: 24 de febrero

La observo dormir entre mis brazos y aun me cuesta creer que anoche hayamos hablado de los planes que queremos para los dos. Cada vez que la escucho decir la palabra mamá, yo siento que mi corazón se quiere salir del pecho. Claro que quiero tener más hijos con ella, soy consiente de que nunca nadie podrá reemplazar a Noah, pero la ilusión que me hace poder tener un nuevo plan de vida a su lado es algo que no puedo negar.

Toda la habitación esta en completo silencio, cuando de repente le entra una llamada por teléfono y ella apenas abriendo sus ojos manotea en la mesita de noche y contesta —Hola...— Dice entre dormida y sonrió ante la imagen —¿Doctora quien? — Cuestiona y de repente por algún motivo, ella se separa de mi y se sienta sobre la cama —¡Joder lo olvide! — Exclama —Perdón por el lenguaje...— Le dice a la persona del otro lado —Es que estoy en Italia... pero no entiendo, ¿allá no es de noche todavía? — Pregunta y al ver la hora en el reloj que esta sobre la mesita de noche niega —Sabe que, olvídelo, soy yo quien esta durmiendo a una hora que no es...— Dice y se agarra la cabeza —¿Y ahora? — Cuestiona y se queda escuchando —Si... en los últimos días— Comenta —¿Qué me haga una prueba? — Inquiere y guarda silencio —Es culpa mía, me fui del país y realmente no busque otro doctor... entiendo— Habla y se vuelve a quedar en silencio —Gracias, hasta luego— Termina de decir y cuelga.

—¿Qué ocurre? — Pregunto preocupado y apenas me mira.

—Dime una cosa amor, pero con toda la sinceridad, ¿sí? — Me pide.

—Me estoy preocupado, ¿me dices que pasa? — Insisto.

—Si aquí tu prometida estuviera embarazada porque olvido darse la inyección... ¿Cómo te tomarías la noticia? — Cuestiona y en estos momentos me he quedado sin palabras.

—¿Es en serio? — Pregunto con un hilo de voz.

—Se supone que era hace una semana... es decir, hemos estado juntos estos días, puede que no haya pasado nada, pero...— Trata de decir, pero el miedo la consume.

—Oye— Digo y me arrodillo frente a ella —¿Estamos juntos? ¿no? — Cuestiono haciendo que me mire y asiente —Pues si se adelantan los planes, se adelantan... ¿no? — Respondo y con mucho miedo asiente.

—¿No me dejaras? —

—Nunca...— Le respondo y la beso como tanto sé que lo necesita en estos momentos. Sé que es algo que quisiéramos, pero no sé si estábamos preparados... sea como sea, afrontaremos esto juntos pase lo que pase, está vez no dejare que nada nos separe; ni siquiera nosotros mismos. 

DOS EXTRAÑOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora