DOS EXTRAÑOS

68. Realidad

[HANNA]

4 días después: 2 de marzo

La realidad poco a poco se ha ido convirtiendo en parte de nuestra rutina. Por una parte, yo he tenido que volver a concentrarme fuertemente en el trabajo para ponerme al día con todo incluyendo el proyecto del señor Cáceres, y, por otra parte, Cristian ha recibido una llamada de un galerista muy importante de Los Ángeles para proponerle hacer una exhibición el próximo mes, y si bien al principio él no quería aceptar, fui yo quien lo ha alentado a hacerlo.

Lo veo muy concentrado trabajando en su cuadro y no dejo de pensar en las vueltas que da la vida. Hace muy poco tiempo creía que lo nuestro ya estaba enterrado, que mi vida estaba junto a Gastón y que toda esta historia era algo del pasado, pero el destino tiene sus propias reglas, una que nadie entiende y tan solo puedes dejarte llevar. Vuelvo a concentrarme en los planos que tengo que entregar, cuando de repente veo que me llega un correo electrónico de Gastón. Casi sin poder controlarlo, mi corazón se acelera... no es que sienta algo por él, ya esos sentimientos han quedado atrás por lo que él me ha hecho, pero los nervios son inevitables.

Abro el correo y rápidamente leo las líneas que ha escrito.

"Deberías decirle a tu familia que no me llame más, que lo nuestro ha terminado definitivamente."

《¿De que esta hablando? Yo ya les he dicho a mis padres lo que ocurrió...》

Sin entender mucho lo que sucede, escribo mi respuesta y se la envió.

"¿De que hablas? Mis padres están al tanto de que lo nuestro se termino"

Intento seguir trabajando en lo mío, pero su respuesta no tarda nada en llegar.

"Al parecer no es así, me han llamado para pedirme que recapacitara en lo nuestro. Según ellos dicen que estás muy mal por mi."

《Respira Hanna》Me digo mientras escribo mi respuesta.

"Estoy bien, no te preocupes (sé que no te preocupa)... pero convengamos que lo que tú me has hecho no ha sido lo mejor."

Envió mi respuesta y vuelvo a abrir el plano. En esta ocasión consigo trabajar un poco más, pero un nuevo correo de su parte me distrae.

"No te confundas Hanna, me preocupo por ti, es solo que a mi vida ha llegado algo que no esperaba y con lo que había soñado mucho tiempo. Sé que te lastime y lo siento, pero tú también lo hiciste conmigo. Ojo, esto no es un reclamo, ya nos hemos dicho todo lo que debíamos en su momento, pero creo que es hora de cerrar este capitulo, y eso incluye tu familia."

No tengo más ganas de discutir con él, no tengo fuerzas para eso ni ganas... en estos momentos lo único que quiero es estar bien para mi bebé, quiero desprenderme de todo lo que no me haga bien y elegir el camino que me guie a la felicidad. Hoy tengo claro que ese camino es Cristian, que siempre lo ha sido a pesar de todo...

"Hablare con ellos, no te preocupes"

Esa es mi respuesta, una breve para después levantarme de esta silla e ir hacia donde esta mi prometido. Él esta tan concentrado en su labor que ni siquiera se ha percatado de mi presencia... lo abrazo desde atrás a la altura de su pecho y apoyo mi barbilla en su hombro. Se sonríe, apoya una de sus manos sobre la mía y gira su rostro para verme —Mi amor, no te escuche venir— Me dice divertido.

—Te está quedando increíble— Le halago mientras miro la pintura.

—¿Reconoces el lugar? — Me pregunta y sonrió.

—¿Nuestra playa? — Respondo con dudas y asiente.

—En realidad, la playa donde estuvimos juntos por primera vez durante aquella fiesta a la que fuimos después de la celebración de tu cumpleaños— Me explica.

—¿Y porque tiene estos colores? — Cuestiono apuntando a los tonos verdosos.

—Representa el color de la esperanza... en aquel momento no lo tenia claro, pero tú tenías todas tus esperanzas depositadas en mi y por eso me dejaste ser el primero— Expone y muero de amor lentamente con cada una de sus palabras.

—Te amo— Es lo único que puedo decirle y me acomodo frente a él para poder besarlo con todos estos sentimientos que me nacen gracias a él.

—Yo también te amo— Rebate y apoyo mi frente sobre la suya.

—Nene...— Murmuro.

—¿Qué? —

—Quiero ir contigo a Los Ángeles para la exposición y que aprovechemos para contarle todo a nuestras familias. No quiero más secretos. — Le confieso.

—¿Segura? —

—Mucho... quiero que estemos juntos, que podamos planear nuestra boda... que todo el mundo lo sepa, pero sobre todo tu familia y la mía— Explico y se sonríe.

—Me encanta la idea— Responde y me vuelve a besar.

—Y a mi me encantas tú— Rebato y esta vez lo beso para dejarle saber que pretendo interrumpir su trabajo y el mío.