Naruko Shippuden

Capítulo 36.

Gaara estaba listo para comenzar el viaje hacia la reunión. Él era el Kage más joven, pero eso no le importaba, pero sí a sus dos hermanos. Kankuro y Temari eran sus dos escoltas y se encargarían de que no tomasen a la ligera a su hermano.

El Tsuchikage también había salido de la aldea de la Roca en compañía de Kurotsuchi y Akatsuchi. El Tercer Tsuchikage era un anciano de baja estatura, pero con un gran carácter. La Quinta Mizukage también estaba a punto de abandonar la aldea de la niebla. Uno de sus acompañantes era uno de los siete espadachines de la niebla llamado Chojuro y Ao, el cual tenía un parche en su ojo derecho con el cual escondía que tenía el Byakugan. Lo consiguió en la guerra y le había sido muy útil, y el Raikage también se puso en marcha, ya que fue él quien convocó esa reunión. Sus acompañantes eran Shee y Darui.

- ¡Bien! – dice Naruko al ponerse la capa de viaje y colocándose nuevamente su banda protectora -. ¡Estoy lista!

- ¡No está bien! – dice Yamato cruzado de brazos -. ¿Es enserio eso de ir a buscar al Raikage?

- Sí – dice ella con una sonrisa. Había estado ahogándose en la aldea. Necesitaba salir y ponerse en marcha, hacer algo para sentirse útil -. Le pediré que perdone a Sasuke.

- Sí – dice Suigetsu entrando a la tienda -. No sé porque, pero creo que eso no va a salir muy bien – dice con una sonrisa y coge una capa de viaje que había sobre una mesa -. Me apunto. Me encantan los planes descabellados.

- No ayudas, Suigetsu – gruñe Yamato.

Suigetsu se había acoplado muy bien a la aldea. Había muy pocas personas que no supieran de él, pues sabían que era un renegado de otra aldea, pero se atrevió a bajar a la batalla para ayudar a Sasuke y Naruko, así que se había ganado el agrado de algunos aldeanos.

- Y además – añade Yamato -, ni siquiera sabes en donde se encuentra el Raikage.

- Entonces por favor ayúdala – dice Kakashi con una sonrisa que estaba tapada por su cubre bocas -, Yamato.

- ¡¿Qué?! – pregunta él -. No puede ser con vosotros tres. No tenía suficiente con dos y ahora se nos une uno más.

- Sabes que me amas, Yamato – sonría Suigetsu.

- ¡Bien, nos vamos! – dice Kakashi que es seguido por Suigetsu.

Es entonces cuando se escucha a Konohamaru, gritando que había venido a desafiar a Naruko.

Kakashi y Suigetsu habían ido a buscar a Sai. Tenían algo que pedirle.

- Por favor, no le digas a Hokage lo que Naruko planea hacer – dice el peliplata sorprendiendo a Sai -. Dile que no ha hecho ningún movimiento.

- Parece que aún no me he ganado su confianza – dice el chico.

- Danzo te envió para tener vigilada a Naruko – dice Suigetsu, que se había puesto a día de todo gracias a Kakashi. Ambos se llevaban muy bien.

- Pero también eres miembro del equipo 7 – añade Kakashi. Eso hace que Sai lo mire con los ojos muy abiertos -. Por eso confío en ti.

Sai no sabía que era lo que estaba sintiendo, pero le gustaba mucho.

- ¡Nos vemos! – dicen Suigetsu y Kakashi antes de desaparecer.

En su camino a la reunión de los Kages Danzo había sido atacado por un gran número de ninjas los cuales iban enmascarados.
Él solo había acabado con todos ellos y por fin había destapado su ojo, dejando ver que tenía un sharingan.