Naruko Shippuden

Capítulo 35.

Danzo había hecho llamar a Sai en cuanto supo que este había llegado a la aldea. Tenía una misión para él, y el chico era el único que podía cumplirla con eficacia, ya que era cercano a Naruko.

- ¿Quería verme? – pregunta Sai con la rodilla clavada en el suelo y la cabeza gacha.

- Vigila a Naruko – dice Danzo -. Si notas algo sospechoso, infórmame inmediatamente.

- Sí – responde Sai -. Por cierto... ¿puedo hacerle una pregunta? ¿Qué tiene planeado hacer con Naruko?

- No te preocupes – responde el hombre -. Ahora Naruko es la heroína de Konoha. Todos confían en ella. Aún más de lo que confían en mí, el Sexto Hokage. Si le hago algo a Naruko en este momento, afectará mi imagen como Hokage. Este momento es crucial, justo antes del voto de aprobación. Pero, Naruko es una jinchuriki. Y como Hokage, debo mantener al jinchuriki bajo vigilancia. No seré tan débil como Tsunade.

Tras eso Sai se retira para buscar a la Uzumaki, pero estaba demasiado tenso. Aún no entendía muy bien sus emociones, pero pensaba que no debía estar así.

Pronto oyó la voz de Sakura diciendo su nombre.

- ¡Justo a ti te estábamos buscando! – dice la pelirosa en compañía de Naruko.

- Necesitamos hablar contigo – pide la rubia.

- ¿Qué sucede? – quiere saber Sai.

Naruko y Sakura se miraron por un segundo, ambas muy serias. Habían decidido no ir a hablar directamente con Danzo, pero debían saber todo lo que pudieran de él y conocían a la persona indicada.

- Dinos lo que sepas acerca de Danzo – pide Sakura muy seria.

El azabache se las queda mirando sin ninguna expresión. Naruko se preocupó y lo llamó. Ahí reaccionó.

- Eso es imposible – dice él.

- ¡¿Por qué?! – pregunta la Uzumaki alterada -. ¡No me digas que nuevamente trabajas para él!

- No... - sacude Sai la cabeza. – no tiene que ver con eso. No me es posible decir nada sobre Danzo- sama. Debido a esto – el chico abre la boca y saca su lengua.

- ¿Qué rayos es eso? – susurra Naruko abriendo un poco los ojos.

- ¿Es una marca de maldición? – pregunta Sakura igual de sorprendida que su amiga.

- Sí, es una marca de maldición puesta por Danzo-sama – asiente el chico -. Si empiezo a hablar de él, mi cuerpo se adormecerá y ya no seré capaz de hablar o moverme. Todos los miembros de Raíz lo tenemos.

Las dos chicas lo miraban muy atentas y no pudieron evitar maldecir a Danzo para sus adentros.

- Es muy cauteloso – murmura Sakura.

- Danzo-sama y Raíz se especializan en espionaje ultra secreto – explica Sai -. Hemos hecho muchos trabajos sucios desde las sombras para proteger la aldea. Tiene que asegurarse de que nadie revele información secreta. Incluso si somos capturados, nadie nos puede hacer hablar.

- Pero hacer algo como eso... - susurra Sakura -. ¿Poniendo una marca de maldición a un subordinado? No puedo aceptarlo.

- Eso a sido necesario para proteger Konoha desde las sombras – responde Sai como si hablase del tiempo. A él le parecía bien lo de la maldición -. Puede que sus métodos sean inescrupulosos, pero su preocupación por la aldea no es tan distinta a la de ustedes.