Capítulo 53.

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Itachi seguía saltando de árbol en árbol para llegar donde se encontraba Kabuto y al mirar hacia atrás ve que Sasuke le estaba siguiendo. Decide hacer el jutsu de invocación para que una bandada de cuervos impidieran a Sasuke seguir.

- Quédate aquí – dice Itachi al ver que los cuervos le impedían seguir.

Poco después llega a la cueva donde se estaba escondiendo Kabuto. Pudo ver que lo protegía una barrera, pero esta era insignificante, tan así que la destruye con un puñetazo del Susanoo.

- Has superado mi barrera... - comenta el de gafas -. Te felicito por haberme encontrado.

- Cuando me estaba controlando, pude percibir claramente de donde provenía tu chakra – dice Itachi -. Es el riesgo de este jutsu. Aunque no hace falta que lo recuerdes.

- Aprendí algo nuevo... - dice Kabuto sin apartar la vista del tablero que tenía enfrente. Era con ese tablero con el que se concentraba y las fichas blancas eran revividos del Edo Tensei -. Como no hay sinobi capaz de deshacer este jutsu, jamás sentí que tuviera que preocuparme por esto. Ah, pero al contrario, sí me gustaría que tú recordaras una cosa. Este Edo Tensei no se detendrá aunque me mates. Es más, soy el único que puede detenerlo. Así que no me puedes matar. Porque si muero no podrás detener este jutsu – es cuando de repente la serpiente blanca se mueve un poco y Kabuto empieza a reír a carcajadas -. ¡Parece que por fin mi suerte a cambiado!

- La situación es mucho peor de lo que me había imaginado... demonios – dice Itachi y Sasuke aparece detrás de él con paso tranquilo. Se había deshecho rápidamente de los cuervos para poder seguir a su hermano.

- ¡Te alcancé! – gruñe el joven Uchiha –. Así que estabas aquí.

Es cuando se percata de Kabuto y se mueve rápidamente para ponerse detrás de él, listo para atacar. Pensaba que se trataba de Orochimaru.

- Estas un poco equivocado – dice Kabuto con una risilla.

- Esa voz... - gruñe Sasuke. Se suponía que estaba muerto. Creía que lo había matado antes de ir a buscar a Suigetsu -. ¿Kabuto?

- Quien me hubiera dicho que mi compensación por participar en esta guerra vendría por su propia voluntad ante mí y justo ahora – dice el de gafas -. ¡Qué suerte tengo!

- ¿De qué estas hablando? – gruñe el menor de los Uchiha -. ¿Por qué están aquí?

- Es un poco complicado... - responde en medio serpiente -. ¿Quieren que lo intente explicar de un modo sencillo?

- Explícalo – habla Itachi -. Y mientras lo hagas, detendré este Edo Tensei.

- Este jutsu no tiene ni puntos débiles ni riesgos – habla Kabuto -. Es algo que me gustaría explicarte, Itachi, pero... No creo que Sasuke-kun se quede sin hacer nada si te mueves. Si te apresuras, puede que no puedas detener aquello que sí habría podido detenerse, consiguiendo justo lo contrario.

- ¡Kabuto, responde a mi pregunta! – grita Sasuke.

- Parece que tendré que hablar – dice este -. Verás, Sasuke-kun, mientras dormías por la transferencia de los ojos de tu hermano mayor, han pasado cosas tremendas en el mundo.

- Obito a declarado la guerra – dice Sasuke.

Kabuto se sorprende, pues había descubierto el verdadero nombre del enmascarado, pero hace como que ya lo sabía.

- Al menos sabes eso, ¿eh? – dice -. Bueno, sí. Es la Cuarta Gran Guerra Sinobi. Obito y yo nos estamos enfrentando a un ejército aliado sinobi formado por las cinco grandes naciones: El País del Fuego, del Viento, del Agua, de la Tierra y del Rayo. Oh, y se me olvidaba, la Lluvia también participa.

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