Capítulo 63.

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- Veo claramente como el chakra de mis dos hijos fluye hacia vuestro interior – dice Hagoromo, que aún seguía hablando con la pareja. Naruko pensó en esa historia que le contó Obito, esa vez que se encontraron en el país de Hierro. Sasuke también conocía esa historia, pues Obito también se la había contado -. No parecen muy sorprendidos. ¿Acaso ya son conscientes de la presencia de mis hijos dentro de vosotros? – Naruko y Sasuke se estaban mirando y esa era toda respuesta que el Sabio necesitaba -. De modo que así es...

Naruko empieza a recordar su último enfrentamiento con Sasuke y lo que le pidió después a sus amigos. Ella debía ser quien se encargase de Sasuke.
Estaba feliz de que hubiera vuelto para ayudar en la guerra. Se alegraba de que estuvieran peleando juntos, pero sabía que todo esto duraría hasta que ganaran la guerra. Ambos lo sabían.

Sasuke no iba a dar su brazo a torcer. Quería construir un mundo bajo su mandato, destruir el mundo sinobi que Hashirama había creado y construir él uno nuevo y mejor. En un principio quería hacerlo solo, pero ahora quería a Naruko junto a él, pero sabía que no era tan fácil. La rubia no le iba a permitir hacer todo eso, así que no le quedaría más remedio que matarla. Debía enfrentarse a ella, entonces construiría ese mundo y cuando lo hubiera hecho, se quitaría la vida para volver a reunirse con Naruko. Ahora lo tenía más claro que nunca. Creía haber perdido a Naruko y eso le hizo pensar mucho en sus planes, y para llevarlos a cabo, Naruko debía morir, y debía hacerlo por su mano. Así su único vínculo con ese mundo acabaría y su vida no serviría para nada tras construir un mundo bajo sus ideales.

Naruko también sentía que Sasuke tenía algo entre manos, no sabía qué, pero sentía que no era nada bueno. Sabía que debía enfrentarse por última vez a Sasuke, y si eso pasaba, los dos morirían. Lo sabía muy bien desde que se enfrentaron por segunda vez, y todo se reafirmó cuando Gamamaru le dijo la profecía. El destino estaba escrito.

- Pero los que estaban antes de que existiéramos Sasuke y yo, esas reencarnaciones, ¿qué pasó con ellas? – quiere saber Naruko.

- Las reencarnaciones en generaciones anteriores fueron Hashirama Senju y Madara Uchiha – dice Hagoromo -. Hashirama era Ashune y Madara era Indra. Creo que ya saben que pasó con ellos. Pero Madara creó un problema antes de que la reencarnación terminase. Se obsesionó con el poder y le arrebató a Hashirama su poder. O lo que es lo mismo, consiguió mezclar el chakra de Ashune e Indra, sacando mi chakra a la luz. Fue así como despertó el Rinnegan – el Sabio mira a Sasuke -. Se me ocurrió que Indra o alguna de sus reencarnaciones intentaría hacer algo parecido, así que lo dejé escrito en una tabla de piedra para que todos estuvieran prevenidos. Pero parece que no dio resultado.

- Entonces, ¿quieres decir que todo este tiempo estuviste viendo pelear a tus hijos? – pregunta Naruko, pues parecía que era la única que tenía preguntas.

- Sí, eso mismo – asiente Hagoromo, eso hace que Naruko agachase la cabeza. Esperaba que no fuera así, que hubiera habido alguna excepción -. Con el Ninshu, yo explicaba que el chakra une a la gente. Creo que no se debe usar para darle un mayor poder a un simple individuo. Mi madre, Kaguya, tras parar las revueltas, siguió usando su poder para controlar el mundo por sí misma. Sin embargo, mi madre presumió de su poder y la gente comenzó a temerlo. Por eso mismo, mi madre, que había sido adorada como la Diosa Conejo, empezó a ser temida como si fuera un demonio. Cuando una persona concentra tanto poder, se obsesiona tanto con él que pierde el control y al final es el poder quien lo domina. Eso es lo que le pasa a Madara ahora mismo. Y fue igual con Kaguya, mi madre. Ahora que la reencarnación de Indra terminó, está usando el poder del Juubi para acercarse a mí y al poder de mi madre. El Tsukuyomi Infinito no es un simple genjutsu. Mantendrá a las personas con vida usando su poder mientras las mantiene soñando para siempre. Los convierte en esclavos del Shinju al unirlo a sus raíces. Mi madre no solo poseía el poder del Byakugan, sino también del sharingan. Era un poder aterrador que empleaba contra la gente. Si el chakra se vuelve uno solo, se creará un nuevo fruto de chakra. Tenemos que impedir eso como sea o será el fin del mundo. Quiero que detengan a Madara. Al contrario de las otras reencarnaciones, vosotros sois los que más se parecen a mis hijos, eso puede darles una oportunidad.

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