Capítulo 43.

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- Fue el primer día que llegué a Konoha... - cuenta Kushina recordando su primer día en la academia -. Esa fue la primera vez que vi a tu padre, Minato.

" – Bien, hoy se unirá a la academia una nueva estudiante de transferencia – informa el sensei que estaba junto a Kushina.

- ¡Soy Kushina Uzumaki, dattebane! – dijo ella nerviosa y se dio cuenta de lo último que había dicho y se tapa la boca, avergonzada.

Todos empezaron a cuchichear, todos menos Minato. Los demás se habían fijado en su cabello rojo y se burlaron de él. Eso apenó más a Kushina y se tocó su melena roja. El sensei intentó que se callasen todos, pero los niños no le hacían ni caso.

- Yo... - susurra Kushina apretando sus puños -. ¡Yo me convertiré en la primera mujer Hokage de la aldea!

Eso hizo que todos se callasen para mirarla fijamente y fue cuando Minato se levantó, con una sonrisa y se llevó su puño al corazón.

- También quiero ser un gran Hokage que sea admirado por todos en la aldea – dijo él"

Naruko sonríe cuando su madre le cuenta todo eso.

- ¿Un Hokage admirado por todos en la aldea, eh? – susurra ella.

- En ese tiempo, él no era tan masculino y tampoco parecía muy confiable – sigue Kushina -. Así que no tomé enserio a Minato, ni creí que se convertiría en Hokage.

- ¿Por qué no? – pregunta Naruko mirando a su madre un poco asombrada -. Papá era un hombre asombroso.

- Tienes razón – asiente su madre -. Pero en ese entonces, yo era joven e ignorante – empieza a reír -. Y también muy arrogante, por mudarme de otra aldea y anunciar que sería la Hokage. Después de eso, los niños empezaron a molestarme. Me pusieron apodos...

"Kushina estaba en la academia y los niños empezaron a llamarla Tomate. Ese era el apodo que le habían puesto, burlándose de su cabello rojo, y también decían que tenía una cabeza redonda y con el cabello rojo parecía un tomate. Eso no le gustó a la Uzumaki. No le gustaba que se burlasen de ella y la menospreciasen."

- ¡Eso es! – dice Naruko -. ¡Apuesto a que fue papá quien te protegió de esos abusivos!

- No, estás equivocada – dice Kushina con una sonrisa, pero apretaba su puño con fuerza. El recordar eso le había hecho enfurecer -. Tomate... tuve que aceptar ser llamada así. Era vergonzoso, pero me quedaba bien.

" Mientras esos niños se estaban burlando de Kushina y la llamaban tomate, la pelirroja cruzó mirada con Minato y se sonrojó.

- ¡Te estás poniendo más roja y madura! – se burla uno de los niños el cual cogió el cabello de la pelirroja -. ¡Es el festival del tomate! ¡Hora de la cosecha!

- ¿A quien llamas tomate? – gruñe Kushina cogiendo el brazo del niño para que dejase de tirar de su cabello -. Escuchen... ¡También odio los tomates, dattebane!

Coge mejor al niño y empieza a dar vueltas con él, haciendo que los demás que habían alrededor salieran disparados, uno a cada lado.

Cuando cayeron al suelo se puso sobre uno de ellos y empezó a darle golpes con sus puños mientras el niño se protegía con sus manos.

- ¡Sigan llamándome tomate y se arrepentirán, dattebane! – grita ella sin parar de golpear la cabeza del niño y fue entonces cuando se vuelve a fijar en Minato. Este estaba sonriendo mientras hablaba con un amigo -. ¡¿De qué te ríes?

Naruko ShippudenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora