Capítulo 54.

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Todos los revividos con el Edo Tensei estaban siendo liberados y sus almas se marchaban para volver a la paz. Uno de ellos era Dan. Este seguía encerrado en esa barrera, pero empezó a mirarse cuando empezó a brillar.

- Parece que alguien lo ha logrado – le dice Dan a Chouza -. Como pensaba, puedo moverme por mi propia voluntad. Chouza, deshaz la barrera, por favor. Todo irá bien.

- Eso parece, ¿no? – dice el Akimichi y le pide a los cuatro sinobis que dejasen libre a Dan.

- Chouza, lo siento – dice Dan formando unos sellos.

- Esos sellos... - dice él reconociéndolos -. Harás el Reika no Jutsu, lo comprendo. Llega pronto donde Tsunade-sama, por favor.

- Esta técnica ha acabado con muchos sinobis – susurra Dan -. Nunca pensé que me sería útil ahora – termina el jutsu y su alma sale de su cuerpo, pero él la controlaba -. ¡Lo que imaginaba! Ahora que mi alma asciende por la liberación del Edo Tensei, parece que puedo controlar el Reika no Jutsu.

- Pero no te quedes mucho tiempo – pide Chouza -. Date prisa, por favor.

- Sí – dice Dan viendo como los demás revividos ascendían -. Hasta otra, Chouza. Y gracias por todo.

Tras eso se marcha volando hacia donde estaba Tsunade. Debía hacer algo antes de marcharse.

En el cuartel general pudieron notar como el chakra de los revividos estaba desapareciendo uno tras otro. Inochin se encarga de decir que los revividos con Edo Tensei estaban ascendiendo, pues se lo estaban comunicando.

- A juzgar por la situación – dice Shikaku serio -, da la impresión de que el Edo Tensei ha sido liberado.

- ¡No cabe duda! – dice Ao -. ¡El Edo Tensei se deshizo!

- ¡Bien! ¡Entonces informen a todas las unidades! – alza la voz el Nara y todos obedecen. Es cuando Shikaku se queda pensativo -. ¿Qué unidad lo lograría?

Sasuke ve como el alma de su hermano sale del su cuerpo revivido y este lo miraba con una sonrisa. Poco a poco fue ascendiendo, hasta que desapareció.

- Yo... - susurra Sasuke sin saber que decir.

Naruko estaba sobre la cabeza del Hachibi. Estaban apartados y el pulpo había cogido el cuerpo de los seis jinchurikis, y pudieron ver como iban ascendiendo. La rubia los miraba con una sonrisa, pues los seis tenían la vista puesta en ella, así que Naruko les pide que dejasen que ella se encargase del resto.

- Se marcharon todos – dice Bee.

Naruko sonríe. Itachi lo había logrado, así que ella debía de encargarse de eso y así poder cumplir con la promesa que le hizo a Itachi. Debía encargarse de Sasuke cuando todo esto terminase.

Obito estaba furioso, pues tal parecía que Kabuto había fracasado.

- ¡No te distraigas! – dice Naruko bajando del Hachibi para estar junto a los tres maestros -. ¡Recuerda que te enfrentas a mí!

- ¡Y también a la Bestia verde! – dice Guy colocándose en posición de ataque.

- Parece que el Edo Tensei fue deshecho... - dice Kakashi.

- ¿Y qué? – gruñe Obito.

Los cinco Kages estaban viendo como Madara había empezado a brillar, y se preguntaron que estaba pasando.

- Así que el Edo Tensei fue deshecho – comenta Madara, que estaba viendo como su cuerpo revivido se estaba deshaciendo y su alma quería ascender.

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