Capítulo 2.

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A la mañana siguiente Naruko se despierta un poco desorientada y entonces recuerda el sueño que había tenido. Había vuelto a soñar con Sasuke, solo que ese sueño le había parecido muy real...

Intenta olvidarse de ese sueño, ya que no era la primera vez que soñaba con él, pero sí la primera en que soñaba que la besaba. Normalmente en sus sueños Sasuke salía corriendo y ella lo perseguía, pero nunca lo alcanzaba. Ese era un sueño muy recurrente, y recordaba que antes de que Sasuke la besara en su sueño estaba corriendo tras él.

- Esto es una locura – dice ella levantándose de la cama -. Hay que ponerse en marcha.

Tras eso Naruko empieza a prepararse el desayuno, que consistía en ramen instantáneo y un vaso de leche.

Mientras desayunaba en completa soledad, como tantas veces había hecho no pudo evitar que su mente fuera de nuevo al sueño, e inconscientemente lleva su mano a sus labios. Definitivamente ese sueño había sido muy real.

Unos golpes en su puerta hacen que salga de sus pensamientos y va a abrir. Se encuentra con Sakura.

- Buenos días, Naruko – saluda esta con una sonrisa -. Tsunade-sama quiere vernos ahora mismo.

- Voy enseguida.

En menos de cinco minutos Naruko estaba lista y se marcha junto a Sakura a la oficina de la Hokage. Ahí se encuentran con Kakashi y tras ver la cara que traía Tsunade ambas chicas se preocupan.

- Tengo una misión para vosotros – dice la mujer muy seria -. Partirán ahora mismo hacia la aldea de la arena. Se encargarán de escoltar a Temari y una vez ahí harán todo lo necesario para ayudar a la aldea de la Arena.

- Está bien, ¿pero por qué esa cara, Vieja Tsunade? – pregunta Naruko.

- Ayer por la noche la aldea de la Arena fue atacada por Akatsuki – los tres se quedan impactados -. Para empeorar las cosas se han llevado al Kazekage.

La respiración de Naruko se queda atascada en su garganta en cuanto oye esas palabras.

- ¿Se han llevado a Gaara? – alza la voz.

- Me temo que sí. Es vuestra misión ayudar en todo lo que puedan a la aldea de la Arena.

Tras eso los tres se marcharon lo más rápido que pueden para prepararse para el viaje. La que más afectada estaba de los tres era Naruko. Ella consiguió tener un vinculo con Gaara, justo en ese día que se descontroló. Ambos eran iguales, pero el pelirrojo había escogido un camino oscuro y gracias a ella se dio cuenta y empezó a cambiar. Estaba furiosa por lo que esos Akatsuki habían hecho. Como se atrevían a llevarse a Gaara, y lo peor de todo es que solo querían a la bestia que estaba sellada en el interior del chico, una bestia al igual que en ella.

No fue hasta hace unos años atrás que supo que dentro de ella estaba sellado el zorro de nueve colas, incluso había llegado a hablar con él en algunas ocasiones mientras entrenó con Ero-senni, pero no le hacía mucho gracia tener al Kyubi dentro de ella. Deja sus pensamientos y sale corriendo para reunirse con los demás en la entrada de la aldea. Les esperaba un largo viaje de tres días, pero eso era lo que menos le importaba. Iba a salvar a Gaara, sea como sea.

Lejos de ahí, Sasuke había llegado al escondite de Orochimaru y lo hizo con un humor de perros. Le hubiera gustado quedarse un poco más con Naruko, disfrutar de su compañía y poder hablar con ella, pero no era posible.

- ¿Dónde has estado metido, Sasuke-kun? – pregunta Orochimaru cuando lo ve llegar.

- Estaba entrenando por mi cuenta – contesta este con cara de pocos amigos. No soportaba a Orochimaru, pero debía aguantar un poco más.

Naruko ShippudenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora