Capítulo 52.

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Naruko va cayendo y suelta la barra, y con eso la cadena va desapareciendo. Obito enfurece y maldice a la rubia por haber conseguido arrancar la barra. No le queda otro remedio que invocar al Gedo Mazo.

Mientras eso pasa, Naruko hace dos rasengan en dos manos de chakra y se alargan para destruir la barra. Es cuando se topa con la mano de Son. Este la había cogido para que no cayera.

La rubia vuelve a estar en ese lugar con Son Goku y ve como las cadenas que lo tenían sujeto desaparecen, todas menos una.

- No lo haces nada mal – dice Son.

Esta suspira y señala la cadena que le atravesaba el estómago.

- ¿Por qué no desapareció la cadena? – quiere saber.

- Así que la cadena del estómago no desapareció, ¿eh? – dice el mono mirando la cadena.

- ¿Por qué? – se queja Naruko -. Si te saqué la barra...

- Esa barra no era más que un modo temporal de unir mi chakra al cuerpo del jinchuriki – responde Son -. De hecho, mi chakra está imbuido en la estatua demoniaca del tipo de la máscara.

- ¿Y tú ya lo sabías? – la rubia estaba indignada -. ¡Así no puedo salvarte!

- ¿Lo dices enserio? – pregunta Son acercándose un poco a ella. No podía creer lo que la chica estaba diciendo.

- ¡Por supuesto! – dice ella intentando normalizar su respiración. Estaba demasiado cansada.

Son se la queda mirando, viendo que otra vez ella estaba hablando en serio.

- Solo te conté la manera de detenerme, no de salvarme – dice él.

- Me lo hubieras dicho desde el principio – repone ella -. ¿Por qué no pueden ser más sinceros? ¿Y bien? ¿Cómo lo hacemos?

- Antes de eso, quiero darte algo – dice Son Goku y le pide que extienda su mano. Quería que chocasen puños.

- ¿Me darás algo? – pregunta ella haciendo lo que el mono quería.

- Es algo que te será de utilidad en algún momento. Vamos, rápido – le insta Son.

Al final juntan sus puños y Naruko se queda extrañada al ver de qué se trataba. Parpadea un par de veces y al final sonríe. Son le estaba dando una pequeña parte de su poder.

Cadenas habían salido de la boca del Gedo Mazo y tiraban de Son para volver a meterlo en su interior.

Naruko cae cerca del que fue el Jinchuriki de Son y se lo queda mirando mientras jadeaba, es cuando gira su cabeza para mirar a Obito, que estaba sobre la cabeza de la estatua demoniaca.

- Te ha costado mucho detener a uno solo, pero no por eso me voy a contener – dice el enmascarado -. Usaré a estos para quedarme con sus valiosos Bijuu.

Los demás jinchuriki sacan a sus Bijuu. Las cosas se ponían difíciles.

- Lo mires por donde lo mires, esto pinta mal, y además te encuentras agotada – dice Kurama.

- Ya verás – dice ella jadeando y sudando.

- Si quieres que te preste mi poder podría hacerlo, Naruko – ofrece el zorro.

- Últimamente estás hablando mucho, ¿eh? – susurra ella girando un poco su cabeza para mirarlo. Se encontraba dándole la espalda y de rodillas. De verdad que estaba agotada -. Me alegra que quieras prestarme tu poder. Pero antes de eso, tengo algo que decirte – esta se gira con una rodilla clavada en el suelo y con una sonrisa -. Gracias por lo que hiciste con Madara, me salvaste al darme tu poder.

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