Capítulo 57.

1.8K 99 112
                                    

- Oh... - dice Hashirama cuando han salido y se queda mirando como estaba ahora esa aldea que él fundó -. ¡Cuántos recuerdos me trae esta vista!

Fue cuando Karin aparece de la nada, saltando sobre Suigetsu y empieza a golpearlo como si de su vida dependiera de ello.

- Oh, se nos une otro de mis experimentos - comenta Orochimaru viendo como Karin gritaba incoherencias

- ¡Maldito! - grita ella cuando ve a Sasuke -. ¡Jamás te lo perdonaré!

- Perdona, Karin - dice Sasuke pero en su tono parecía no haber arrepentimiento.

La chica se lo queda mirando, diciendo que si creía que con eso lo perdonaría, pero así lo hizo.

- Para variar, Sasuke-kun sigue siendo tu punto débil, Karin - dice el sannin serpiente.

- ¡Orochimaru-sama! - dice ella acercándose rápidamente -. ¡¿Sabes?! Sasuke me... ¡me apuñaló!

- A mí también, Karin - responde él -. Pero ahora colaboro con Sasuke-kun. Llegas justo a tiempo, coopera tú también con él.

- ¿Qué? - dice ella y se abraza al azabache -. E-en fin, si no queda más remedio.

- Suéltame, Karin - gruñe el azabache apartándola.

Los dos hermanos Senju se la quedaron mirando y fue Tobirama el que dijo que esa chica debía ser una Uzumaki por su tipo de chakra y su cabello rojo.

Tras eso Hashirama vuelve a mirar hacia la aldea.

- ¡Hokages! - dice él con una sonrisa -. ¡Llévense la vista de la aldea desde el acantilado que lo vigila!

Tobirama suspira por el comportamiento de su hermano y le toca el hombro para usar el jutsu del Dios Trueno Volador, trasladándose donde estaban esculpidos los rostros de los Hokages. Minato hizo lo mismo con el Tercero y los tres admiraron la aldea, cada uno en su rostro.

- Por fin me veré con mi hija - dice Minato con una sonrisa -. Naruko, por todo lo que no pude darte como padre... ¡te traeré un gran regalo!

Todos tenían ganas de llegar al campo de batalla. Hiruzen para ayudar, Minato para ver a su hija, Tobirama para matar a Madara y Hashirama tenía muchas ganas de volver a ver a su amigo.

Naruko, con todo el ejército sinobi tras ella, estaba frente a Madara y Obito, y a este último le había dicho que la diferencia entre ellos era que no quería cortar los lazos que la ataban a sus compañeros y tampoco quería que los cortasen otros.

- No habría que cortarlos - dice Obito.

Es cuando la rubia ya no podía mantener el Modo Kurama segunda fase. La chica estaba un poco agotada por el chakra que había repartido.

El Juubi empezó a moverse y Madara los miró a todos con una mueca siniestra.

- ¡Desaparezcan! - gruñe él.

Madara hace el jutsu de exterminio de gran fuego y Obito la danza caótica tormentosa. Ambas técnicas de tipo fuego. El suelo donde estaban empieza a desquebrajarse por el golpe que el Juubi había dado en el suelo, no teniendo la oportunidad de poder escapar del fuego. Es cuando Naruko junta sus manos y hace que la cubierta de chakra rojo protegiera a todos.

Al ver lo que la rubia había hecho, Obito activa su Mangekyou y Madara hace aparecer el Susanoo, y este último lanza shuriken gigantes de chakra y Obito lanza kunais gigantes sacándolos con el Kamui.

Al ver eso, Naruko empieza a controlar el chakra que les había dado a la alianza, usando la cola de la cubierta para detener y desviar los kunais y los shuriken de chakra.

Naruko ShippudenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora