Capítulo 45.

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Todos estaban muy atentos de esos cinco y Chouji estaba comiendo mientras podía. Debía aprovechar.

- Gaara es el capitán de la 4ª unidad y además es el comandante jefe – dice Temari mirando a Shikamaru de reojo -. Como 2º al mando, tú eres en esencia el capitán de la 4ª unidad. Mantente alerta.

- Que asignación tan molesta – se queja Shikamaru -. Rayos.

Kakashi mira a Gaara de reojo.

- Bueno Gaara-kun – dice el peliplata -. Eres el comandante jefe. Puedes hablar cuando estés listo.

Anko seguía vigilando el escondite de Obito. Fue cuando el miembro del clan Hyuga pudo ver que empezaban a moverse. La mujer ordena que sus tres acompañantes se marchasen para avisar a las fuerzas principales y que ella se quedaría para investigar la guardia. Ellos al principio insistieron en no dejarla sola, pero ella les grita que debían hacer eso para que todo saliera bien, que sabía el riesgo que corría al quedarse ella sola, pero eso no le importaba. Debían ganar esa guerra.

Los cinco jinchuriki habían salido y estos estaban siendo controlados por Obito, de la misma forma que hizo Nagato con los seis Pain. Itachi también había salido e iba acompañado de Kakuzu quien cargaba a Nagato.

Luego estaban Zabuza y Haku. Ambos habían recobrado la consciencia.

- Zabuza-san... - dice el chico.

- Sí... - dice el ex espadachín -. Esto no es el otro mundo.

- Estoy plenamente consciente, pero mi cuerpo se mueve solo – dice el chico con rasgos femeninos.

- Este es el jutsu prohibido... - dice Gari -. El Edo Tensei. Alguien nos invocó en este mundo. Significa que vamos a pelear.

- ¿Alguien se aprovecha de los muertos, eh? – dice Zabuza -. ¡No me agrada ser manipulado por nadie!

Kabuto y Obito estaban juntos, y frente a ellos estaban cuatro revividos.

- Ustedes serán la unidad de emboscada – le informa el de gafas -. Irán por aire. Deidara y Sasori se encargarán de las trampas explosivas y ataques enemigos. Chukichi de la Niebla y Shin de Raíz harán el trabajo sensorial y de soporte.

Shin mira confundido a los dos que tenía frente a él. Este no sabía que estaba pasando, pues recordaba que había muerto tiempo atrás por una enfermedad. Este era el hermano de Sai.

Chukichi intenta atacar a Kabuto, pues veía que era un miembro de Akatsuki, pero el de gafas lo detiene. Los tenía bien controlados.

- Si recurrieron a ese debilucho para ordenarnos, Akatsuki debe estar pasando por tiempos difíciles – comenta Sasori -. Y no solo eso, los únicos supervivientes son Zetsu y Tobi, quien fue mi reemplazo...

- Eres muy atrevido para ser un muerto – le interrumpe Deidara -. Y decías que la belleza eterna era arte. ¡Y todo por ese punto débil de tu pecho!

- Deidara, ¿quieres que te mate? – y ahí iban de nuevo. Esa era su manera de hablar entre esos dos.

- Ya estoy muerto – le recuerda el rubio explosivo -. Y tú también.

- ¿Esto de verdad funcionará? – pregunta Obito mirando a Kabuto.

- Son demasiados sinobis reanimados y es complicado controlar a todos – contesta el medio serpiente -. Ahora solo me concentro en la movilización. Al final dirigiré todo. Al iniciar la batalla, borraré sus personalidades convirtiéndolos en máquinas asesinas. No hay de qué preocuparse. Aunque dependerá de sus características. A veces es mejor no cambiarlos. Dejar sus sentimientos intactos podría trastornar al enemigo... Usaremos esa debilidad.

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