A Heartbreak Song© (Love & Music #1)

25. Imposible de ignorar

Cap (2/2)

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Kongos— Come whit me now.

El concierto en Oklahoma City había terminado y luego de que todos se refrescaran un poco, Stanton los guió a una larga sala en el mismo recinto en donde se llevó a cabo el espectáculo. El lugar contaba con sofás de aspecto cómodo, así como también una mesa con bebidas y aperitivos en donde los invitados VIP podían tomar cuanto quisieran. Habían también muchos souvenirs que seguramente Luke tendría que firmar.

—Aquí vamos — Rupert le palmeó la espalda— nunca he sido demasiado bueno para estas cosas.

—Solo sonríe y di hola, eso no puede fallar— aconsejó Wes quien tampoco estaba seguro de poder soportar un largo rato en ese lugar. La verdad lo último que quería era estar ahí, pero no podía simplemente irse y ya.

Sus ojos inevitablemente cayeron sobre el cantante, quien en aquel momento estaba saludando a dos jovencitas que probablemente apenas si pasaban la mayoría de edad. Ellas lo veían con estrellas en los ojos, como si fuera el hombre más perfecto del mundo. Bueno, no tenían ni idea...en realidad ni el mismo la tenía, porque cuando creía que ya había descifrado a Luke Delaney, resultaba que no sabía una maldita cosa sobre él.

Tampoco ayudaba que el hombre fuera una contradicción andando. Cuando estaban fuera del escenario lo ignoraba o le fruncía el ceño como si encontrara su presencia indeseada. Pero luego cuando estaban arriba del escenario, dando un infierno de espectáculo, Luke se deslizaba hacia él, instádolo a cantar, sonriendo. Y tenía algo en su verde mirada, algo que Wes no sabía como rayos interpretar. Era bastante confuso y frustrante a un nivel que resultaba difícil de ignorar.

Wes ya no sabía que hacer con eso, así que no le quedó más que seguir adelante y fingir que su paciencia no se agotaba cada día un poco más.

—Hola, buenas noches— salió de sus pensamientos cuando una chica de corto cabello rubio escondido bajo una boina azul, se acercó a él— mi nombres Aria y déjame decirte que amo totalmente como tocas la guitarra. Siempre me gustó como lo hacía Tracey Rimes, pero tú...wow, es solo increible.

—Vaya, hola. Mucho gusto Aria— le tendió la mano y ella la estrechó dándolo una mirada fascinada a sus tatuajes — gracias por el cumplido. Realmente me hace feliz saber que no estoy deshonrando el trabajo de Tracey.

—¡En lo absoluto! Eres genial— ella sacó una pequeña libreta de la bolsa de mensajero que colgaba de su hombro izquierdo — ¿Me darías tu autógrafo?

—Por supuesto— aceptó la libreta y el boligrafo de color negro que le tendió. Plasmó su firma artísrica, esa de la que Rick se había reído muchas veces porque era un poco graciosa. También le agregó una pequeña dedicatoria— Oye ¿Cuántos años tienes, Aria? No te ves lo suficientemente mayor para estar aquí sola.

La chica tenía estos grandes ojos azules de bebé, además de que sus mejillas aun portaban cierta redondez de la infancia. Si tuviera que apostar, diría que estaba entre los catorce y los diecisiete. Aunque era difícil notarlo debido a su altura.

—Tengo quince— respondió la rubia con una sonrisa divertida — Eres muy observador. Y solo para que cosnte, no escapé de casa ni nada, vine aquí con mi primo— ella señaló sobre su hombro a un chico de cabello oscuro y aspecto desgargarbado recostado en una pared del fondo. No parecía muy emocionado se estar ahí. —Cuando gané el premio en la radio le dije que me trajera, ya ves, somos primos, pero es más como mi hermano mayor así que no pudo negarse a hacerme este pequeño favor. Además aquí entre nos, creo que tiene un enamoramiento contigo.