A Heartbreak Song© (Love & Music #1)

54. Comportamientos extraños

Cap (5/6)

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Luke combs, Billy Strings — The great divide

Era lunes por la mañana y mientras Wes le echaba un vistazo al motor del mustang de su amigo, no pudo evitar notar que Lim estaba comportándose de manera extraña. De hecho estaba haciéndolo desde el día anterior.

El sábado cuando volvió a casa luego de una fiesta en la que no quería ni pensar por error, Wes había encontrado una nota en el refrigerador en donde su rizado amigo le decía que estaría en un club con Rome. Lim no había vuelto sino hasta la mañana siguiente, con la ropa desordenada y una resaca que lo tuvo encerrándose en su habitación casi por el resto del día. Por la tarde cuando por fin decidió volver al mundo de los vivos, el rizado había estado muy silencioso, frunciéndole el ceño a su teléfono como si esperara algo de él.

Se había abstenido de preguntar que estaba pasando, pero al darse cuenta que casi un día después seguía igual de irritado, empezaba a estar demasiado curioso.

Se limpió las manos en un trapo que tenía metido en el bolsillo trasero de sus vaqueros y luego cerró el capó.

—Listo, solo eran las bujillas— le informó a su amigo. Aun le resultaba gracioso lo apenado que el rizado había estado cuando lo desperto pidiéndole por favor si podía echarle un vistazo a su auto. Vamos que Limer prácticamente se aseguraba de que estuviera bien alimentado, así que a Wes no le importaba convertirse en su mécanico personal. Era un intercambio lo suficientemente justo. —También rellené tu nivel de agua porque estaba bastante bajo.

—Gracias, hombre. Te lo pagaré...

—Vuelve a decir algo como eso y me enfadaré— Limer soltó una risa, pero distaba mucho de su usual risa divertida. Definitivamente algo estaba pasando a su amigo — Oye Lim ¿todo bien?

—Sí. Por qué la pregunta.

—Has estado actuando un poquito extraño desde ayer cuando volviste de tu salida con Rome. ¿Paso algo mientras estabas en el club?

—Además de que me abandonó a la hora de estar en ese club, no pasó nada.

—¿Te abandonó?

—Sí— esta vez la sonrisa del rizado fue más genuina— te sorprendería ver lo malditamente fácil que es para Rome conseguir un ligue. Es como si fuera un puto imán. No teníamos ni media hora de estar en el club cuando ya habían varios tipos rondándolo.

—En realidad no me cuesta creerlo— se recostó contra un costado del capó evaluando a su amigo— ¿Y qué hiciste cuando te dejó solo?

Los ojos castaños de Lim se entrecerraron por una fracción de segundo. Como si estuviera recordando algo en específico. Se mordisqueó la comisura de la boca y luego sacudió la cabeza.

—No hice nada fuera de lo usual. Tomar un par de tragos, bailar con algunas chicas. Irme a casa con una de ellas— se encogió de hombros para restarle importancia. Pero ahí estaba,

Wes no era tonto porque cuando su amigo mencionó haberse ido a cada de una chica, su expresión se tornó ligeramente amarga. Hmm. Así que el malestar de Limer tenía que ver con lo que sea que había pasado en casa de esa chica. Estaba por indagar un poco más, sin embargo el rizado  sacudió la cabeza y le echó un vistazo al reloj que llevaba en la mano izquierda.