6. ¿Qué demonios...?

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Cap (3/3)

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Wesly Porter no solía perder su mierda con demasiada fácilidad. Se requería de esfuerzos sobre humanos para hacer estallar su temperamento. Así que recibir insultos de cualquier persona le tenía sin cuidado. Y no, no era la primera vez que alguien le decía "desviado". Vamos que ese insulto era por demás usado y más viejo que el tiempo, por lo tanto no sería la primera vez que alguien lo llamara de aquella manera.

Sin embargo aquella noche estaba lo suficientemente ebrio para que su racionalidad estuviera muy comprometida. Además de que había tenido un par de semanas difíciles, desgastantes a nivel emocional y eso lo dejaba lo suficientemente suceptible como para perder la compostura ante aquel hombre.

Mierda santa. De cerca era incluso más hermoso, con todo ese cabello largo y esos ojos-que ahora si- se notaba muy verdes y aun más melancólicos de lo que creyó. Wes no tenía un tipo de hombre como tal, era de los que pensaba que en la variedad estaba el gusto. Por eso no le importó que hombre sexy (como lo llamaba en su mente) fuera algunos centímetros más alto que él. Tampoco le importó que estuviera tan bien costruido. Lo que si le importó fue que esa atractiva y tentadora boca haya elegido insultarlo.

Bien, bien, quizá no debió acercarse en primer lugar y mucho menos coquetearle tan abiertamente. Sabía muy bien que no en todas las ciudades eran tan "tolerantes" como en Boston. Especialmente en el sur en donde la homosexualidad seguía siendo bastante tabú.

Pero de nuevo, Wes estaba ebrio. Y eso solo ayudó a que la irritación de aquel insulto se convirtiera en algo más parecido al enojo.

—¿Cómo me dijiste?— murmuró borrando su sonrisa. A su lado, Limer lo tomó del brazo apretando a modo de advertencia.

—Me escuchaste perfectamente— masculló hombre sexy. Sus espesas cejas frunciéndose un poco.

—Ya, pero quiero que lo repitas porque lo dijiste con tanto gusto. Así que adelante, repítelo, no seas tímido.

—Dije que eras un desviado.

—¡Que bien! y tú eres un idiota— plasmó una falsa sonrisa en su rostro.  Mientras sus ojos fulminaron a ese ser. Una lástima que tuviera una bonita envoltura y un interior tan amargo. —Y solo para que lo sepas, lo único desviado aquí será tu nariz si no te disculpas.

—¿Qué?— el hombre sexy se rio con incredulidad.

—Wesly, es suficiente. Vamos a casa, esto no tiene por qué volverse un problema más grande— dijo Limer tratando de llevarlo lejos. Clavó los talones en el suelo para mantenerse en su lugar, sin despegar sus orbes de esos verdes que lo fulminaban con la misma intensidad.

No sabía porque eso envió un ramalazo de excitación por toda su columna vertebral.

—No voy a ningún lado hasta obtener mi disculpa.

—No soy quien debe disculparse, fuiste tú quien se acercó para molestar— gruñó el gran hombre.

—Vale, lo acepto. Pero he ahí el detalle, en ningún momento dije algo remotamente ofensivo ¿o lo hice? — el hombre se mantuvo en silencio tensando la mandíbula. Wes sonrio triunfal— Vamos, solo di 'lo siento' y listo. Dos palabras que no te tomaran ni cinco segundos— siguió sin decir nada—¿Quieres que te ayude? okey, repite después de mi: Lo siento. ¿Ves que fácil?

A Heartbreak Song© (Love & Music #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora