Niebla

62 10 7
                                    

"Algún día cuando vea el sol ponerse en la cordillera y la noche venir por el mar, cuando el tiempo para ti se detenga, y cuando el aliento de mi boca ya no escape, cuando tu mirada esté muerta, y cuando mi alma se pierda, solo cuando ese día llegue seré capaz de cruzar el abismo que existe entre la realidad y la ficción, para por fin ser capaz de cuestionar esta alma, para entre la muerte y la nada, encontrar una motivación". Escribió Lucas en su hogar. Al colocar el último punto en el párrafo, se levantó para leerlo un par de veces en voz alta, solo así podía sentirse en plena forma como para destrozar su propio escrito.

<<¿Cómo podría un humano ser persona sin cuestionarse? Eso no tiene sentido, además suena raro al leerlo, ¿quién se interesaría en una cosa así? Esto es todo culpa de Agustín... Pensé que por fin tenía una idea para terminar, pero... No debí haber ido a esa casa. Dios, no debí haber ido>>. Pensó, para de inmediato volver a tratar de escribir el final de su cuento.

Al terminar, nuevamente el resultado fue insatisfactorio, y la pobre hoja bañada en la tinta de su pulso fue sacrificada y sentenciada a convertirse en un envoltorio arrugado y roto, junto con varios otros en el piso de su habitación.

<<Pensé que lo que hoy me había dicho Agustín me ayudaría a escribir... Me sentía tan motivado hasta hace nada, entonces ¿por qué ninguna de las palabras que pongo me gusta? ¿Debería solo irme a dormir? Ya ni sé porqué me esfuerzo tanto, nunca nadie me va a leer, y si no logro comunicar nada a nadie, si no logro contar ninguna historia, ¿entonces qué objeto tiene? Si quisiera hacerlo solo por mí, no tendría en primer lugar la necesidad de agarrar el lápiz, pero cada vez que lo tomo, es como si mi mente se adueñara de mi alma, todas estas letras no son más que eso, letras, detrás de ellas no está mi espíritu ni mi corazón... ¿Qué me hizo sentir que hoy podría haber una diferencia?>>.

Lo diferente era que por primera vez en mucho, había escuchado a alguien con sinceridad, pero el naciente motivo de esa atención estaría estancado tan profundo dentro de su ser, que comprenderlo le parecería por mucho imposible.

El paisaje se apagó y fundió con la agonía de la vela...

A su alrededor no había nada más que espesa niebla, niebla oscura y asimétrica que se tragaba sus manos y la tierra, de no ser por su conciencia de la existencia de la gravedad, seguro que el arriba y el abajo se habrían confundido también. Dentro de la nube no se podía ver, pero sí oír, muchas voces llenaban el aire gris, pero la voz de Pedro resaltaba por sobre las demás.

—Yo sabía lo que estaban haciendo, pero no pensé que fuera tan grave... —decía su hermano mayor con evidente nerviosismo—. Pensé que igual las estábamos ayudando, si de todas formas no tenían dónde más ir... Pero no era así, por Dios que no era así...

—¡NO! ¡CLARO QUE NO ES MI CULPA! ¡DICES ESO PORQUE NO ESTÁS EN MI LUGAR! ¡¿DE DÓNDE ESPERABAS QUE SACARA TANTA PLATA?! ¡¿NO TE QUERÍAS IR DE CHILE?! —hizo una pausa o tal vez no, tal vez esto no pasó—. Yo lo hago porque te quiero, y si no lo hago yo, la mamá va a empezar a molestarte a ti. Mira, sí sé que me encuentras tonto, que desde niño has sabido que eres mejor que yo, y tienes razón, por eso no deseo que desperdicies tu vida siendo criticado hasta que el trabajo te mate.

—¡No te estoy poniendo de excusa! ¡Yo tampoco quería terminar metido en algo como esto! Pero... Él es un parlamentario, pensé que iba a estar bien si era un negocio suyo, pero esos milicos la cagaron y ahora, seguro que voy a terminar metido en un lío gigante...

—¡¿POR QUÉ ME SIGUES CULPANDO?! ¡NUNCA TUVE UNA OPCIÓN! —puede que en ese momento le hubiese tomado por los hombros, pero no se alcanzó a ver ni sentir—. ¡Si sigues pensando que vas a poder vivir de lo que te gusta, o que vas a poder trabajar y ganar para subsistir bien, vas a terminar muerto antes de los treinta, Lucas!

Nosotros [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora