Capítulo 37

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Es tarde.

Miro el reloj: 9:24 de la mañana, la mesa esta repleta de migas de pan tostado, Jessi debe haberse ido a la escuela hace unas dos horas y por eso todo este desastre.

Vuelvo a ver el mensaje de Ruby, despues de anoche me llego un segundo mensaje, se supone que ya deberia estar en la fiscalia hace como diez minutos, asi que no como, solo me tomo el vaso de limonada que Jessi dejo y es cuando decido salir del apartamento. Cuando paso por el pasillo me encuentro con Lara, que es la vecina del apartamento de enfrente. Se acerca y la saludo y ella hace lo mismo mientras empieza contarme sobre su vida.

Muy típico de ella.

—La infelicidad nos afecta a todos ¿si? —continua Lara en todo el trayecto desde el corredor trasero que da con la via a la salida —como dije. Mi suegra se esta volviendo loca porque se la pasa encerrada en esa casa, se va morir de infelicidad y nos va arrastrar a nosotros también, es insoportable, no puedo hacer ruido, nisiquiera tenemos sexo, Como una pesadilla o como una nube negra.

Lara pone los ojos en blanco, niega y se rie y yo no puedo evitar reirme tambien.

—Respecto a lo ultimo tienes un grave problema entonces.

—Lo se, por favor ademas nunca te embaraces —me dice alzando las cejas —¿que hago?

Después observo a la chica pálida, de pelo negro y ojos del mismo color que me mira esperando la respuesta, tiene 25 y dos hijos.

—¿Ella nunca duerme? Creo que ese es el momento perfecto.

—¡Exactamente! —Trina los dedos —Pastillas para dormir, eso dará más tiempo —me toma de ambas mejillas y me besa la frente muy rápida —¿Como no lo pense antes?, creo que debo irme antes de que se pierda el uber, pero te debo una genio, esa mujer va tener un largo sueño esta noche, te lo prometo....

—¿Ehw? ¿Ok? —Es todo lo que se me ocurre mientras levanto los pulgares —pues suerte con eso entonces...

Y Lara sonrie caminando hacia atras saliendo del resinto.

Eh... yo nunca dije eso...

Pero de cualquier manera espero que tenga suerte con su idea de drogar a su suegra con las pastillas.

Me rio de imaginarlo y saludo al portero Joshua mientras conecto los audifonos al celular. Paso por la puerta de los edificios y bajo por las escaleras mientras la musica comienza llenarme los pensamientos. Me muevo a la izquierda de la carretera donde estan aparcados autos de algunos vecinos hasta que literalmente el corazon me bombea el cuadruple que antes cuando veo a Harry recostado contra el capo de su auto, con los brazos cruzados, la mirada en el piso y el pelo bien revuelto. Mis pies por mero reflejo paran y mis mejillas se calientan cuando recuerdo lo de ayer, un sentimiento combinado con verguenza y ansiosidad. Respiro bien profundo y para este punto nisiquiera puedo escuchar bien la musica por todas las cosas que me pasan por la mente.

Vuelvo a caminar y me paro frente a el, me quito los audifonos y me cruzo de brazos —¿que haces cerca de aquí?

Pregunto.

Aunque sone más brusca de lo que planeaba.

—Muy bien muchas gracias por preguntar.

Me contesta con una mirada extensa.

Intento disimular mi sonrisa pero no me sale.

—¿Que haces por mi calle?

—Perdona no tenia ni idea que eras dueña de toda esta calle —levanta la vista y se fija en mi, yo me miro los dedos .

Sirvienta del vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora