Capítulo 42

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Comenten mucho que tal les parece el capitulo🥰🥰🥰

Me suelto la liga del cabello apenas salgo de la mansión y se me sale un suspiro lleno de decepción. Voy a sonar como una maldita bipolar pero el vacío lleno mi corazón cuando Harry no apareció en ningún momento del día.

Es muy tarde: once y uno de la noche y camino hasta la parada de autobuses. 

Ya van como cinco minutos y nada que pasa el numero de mi autobús hasta que una luz muy fosforescente me deja por unos segundos ciega y me obliga a achicar los ojos.

—Que?

Esto todo lo que se me ocurre decir cuando veo que se detiene su BMW se detiene a mis pies.

—¿Qué estas haciendo aquí? —pregunto fríamente mientras sus ojos se estrechan hacia mi. 

—Vengo aquí por ti ¿estas lista o que?

Me muerdo los labios, desde lo lejos veo como viene el número de mi autobús.

—Todavía tengo cosas que hacer, probablemente tenga mucha tarea en casa.

—¿De verdad? me diste tu palabra para el día de hoy Lili Ann Macdonie.

Es verdad. 

—Ya no estoy tan convencida que digamos  —y se abre la puerta de al auto con el aun adentro.

—¿Por qué te lo piensas tanto? Ni siquiera es una mierda amorosa, solo intento llevarme bien contigo de lo contrario seria incomodísimo para ti porque tiene que verme día y noche.

Bueno, en eso tiene razón. No me lo pienso mas y me subo a su coche.

—Bien, entonces ¿amigos? —pregunta con una sonrisa burlona y levanta el meñique.

—Amigos —mis mejillas se calientan y estrecho nuestros meñiques.

Cuando Harry tiene esta clase de actitudes me resulta tan placentero que jamás me gustaría alejarme de el.

—¿a dónde vamos?

—Hacia un dejá vu.

Su mano libre se desliza del asiento hasta  mi rodilla y empieza a acariciarme la piel. Tengo que tomarme disimuladamente de la tela de mi uniforme por mis estúpidos nervios que ya de por si están al tope.

—¿Cómo dejá vu?

Aunque se el significado de la palabra necesito contexto. 

Tamborilea el volante y se le borra la sonrisa dejando de acariciarme las piernas. Ese ultimo gesto me decepciono más de lo que debería.

—Muchas preguntas mejor deja de tratar de controlarlo todo y limítate a mirar hacia la carretera. Comienzo a pensar que esta salida fue una mala idea.

La sangre me hierve de un segundo para el otro. Siempre es así: primero estamos bien y luego daña todo diciendo esta clase de estupideces. 

—Te recuerdo quien fue el de la idea: tú. Así que o te pones amable o me llevas a mi casa y terminamos todo este circo; no me vas a llevar a donde quieras cuando ni siquiera te puedes tomar la decencia de decirme para donde vamos.

Suspiro muy fuerte, a conseguido y sacarme de mis cabales y por algo tan estúpido.

—Solo te digo que te relajes Lili Ann, relájate. Deja de hacer preguntas innecesarias, no voy a matarte, y estoy siendo amable contigo, mucho mas de lo que fui nunca con alguien.

—MMM pues no seas tan amable que te cansas —le digo con tono falso y sarcástico. 

La siguiente media hora cruzamos por varias avenidas que conozco hasta que veo a lo lejos el puente que une ambas ciudades con el mar. Cuando paramos en el centro frente al muelle me entra más curiosidad y las ideas empiezan a atarse en mi cabeza. Apenas abro la puerta se respira el aire salado.

Sirvienta del vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora