Sirvienta del vampiro

Capitulo 61

Lili Ann

¿Alguna vez te quejaste de la escuela? Bueno, en su debido momento también lo hice, pero no se compara con el nivel estresante de la universidad.

Siento los párpados pesados a pesar de que apenas son las cinco de la tarde; debo confesar que el tiempo en que no he tenido que ir al trabajo lo he aprovechado bien porque estoy casi a un paso de poder desatrasarme de gran parte de los proyectos.

De vez en cuando miro a Jessi quien tiene esa serie Nevertheless reproduciéndose mientras que ella ni la ve, sus ojos están ocupados en el celular y la videollamada con Freddy y esté ultimo se ríe contándole a mi hermana de un supuesto castigo al cual no le presto mucha atención.

La notificación de Gmail timbra en mi teléfono y casi pongo los ojos en blanco porque estoy segura que es otra de las "informaciones académicas" que por el momento poco me interesan pero que me llegan como spam cada cinco minutos por parte de la universidad. Pero esta vez no es eso, me sorprendo cuando veo la cuenta del señor Sebastian pidiéndome que vuelva el siguiente día, que no espera respuesta para replicar este mensaje pero que por favor vuelva mañana al horario normal de ahora en adelanté.

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Tercera persona

El acontecimiento que había sonado noche y día todos los días de la semana sobre Harry y todas las muertes que aun misteriosamente habían ocurrido en su casa poco a poco estaba perdiendo fuerza y relevancia en los pasillos de Bosforo porque de cualquier manera los estudiantes ahora estaban lo suficiente ocupados tratando de hacer las cosas bien como para no terminar reprobando el nuevo semestre. En cierto modo... o corrección, en cierto muy buen modo aquello había hecho sentir a Harry mas tranquilo, ya no se sentía en el ojo del huracán aunque de igual manera toda la situación había revivido el odio interno que siempre le ha tenido a su padre, porque todo, absolutamente toda las "desgracias", por llamarlo de una manera, habían sido gracias a Sebastian Hemmings, o por lo menos el principio de todo.

O eso es lo que Harry internamente pensaba.

Rápidamente subió las escaleras de la cafetería que quedaba a diagonal del edificio de bellas artes porque necesitaba no perder el control y estabilizarse un momento, ahora su boca estaba tan seca y sus labios tan rasposos que parecían a punto de romperse, y sus ojeras ¿Qué me dices de ellas? tan profundas que parecía no haber dormido en días, lo gracioso era que no lo había hecho pensando en todo lo que había pasado y que el, Sanem y Sebastian eran muy conscientes de que solo era un pequeño aviso y que muy probablemente pronto podría ocurrir algo peor, y eso no era lo sorprendente para ser sinceros, lo verdaderamente irritante era tratar de descifrar las palabras que escucho por parte del licántropo minutos antes de arrancarle la vida: "Muerto... el viejo Gnatovich esta muerto. Si quieres encontrarlo búscalo en su tumba". Esa tenia que ser una broma. Una maldita broma y sin ningún chiste. No mucho tiempo después Harry llego a la conclusión de que aquello era mentira por supuesto y que Leiston Gnatovich: el anciano licántropo que una vez se vengo de la peor de las manera de lo que Sebastian hizo estaba vivo y que entonces alguien podría estar siguiéndolo, y si eso pasara entonces era mas que obvio que podrían saber algo de Lili Ann y en hipótesis si aquello era así Lili Ann podría sufrir lo mismo que una vez sufrió Nailey.

Como un bucle.

O como el karma...

Porque realmente su padre no era el único culpable, el también lo era y MUCHO. Inclusive lo que había hecho se podía clasificar en muchísimo peor en comparación a Sebastian.

Y Harry era consiente de ello.

Y no es como que el pensara que tuviera un gran sentimiento por Lili Ann, o que estuviera enamorado de ella o una ridiculez así... claro que no, o eso dice el, pero tampoco deseaba que llegara a pasarle algo como lo que le paso a Nailey, nadie merecía pasar por algo así, ni que alguien le hiciera a otra persona algo parecido. Y Lili Ann no merecía que existiera al menos la mínima posibilidad de que alguien pudiera hacerle eso, ¡¿Y por su culpa?! ¡NO!