capítulo 17

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—Hola mamá.

Ella esta sentada en el viejo sofá, sus ojos registraton mi uniforme de empleada de arriba abajo.

Olvide contarle....

—Es un nuevo trabajo, —deje caer las llaves sobre la mesita de noche y me senté a su lado, poniendo la mitad de mis piernas sobre su regazo.

—Lo se, Jessi acaba de contarme. ¿Qué pasó con Ruby?

—¿Hah? —Jessi apareció de la nada desde la habitación contigua, sentándose justo al lado opuesto, recostando su cabeza en el hombro de mamá. —La vacante de Ruby esta en proceso, quiere a alguien de confianza, ahora lo esta haciendo sola.

—¿Como sabes tanto?

Jessi sonrió al final de mis palabras.

—Hablamos por teléfono esta tardé.

—¿Qué pasó con el chico de la última vez? —Entonces de casualidad mamá deja de ver su artículo y se gira a mirar a Jessi.

Mi hermana mira hacia su lado con los ojos levemente disimulados y llenos molestia o incomodez.

—¿Heh?.... ¿cuál? — se hace la tonta.

—El de la última vez, cuando llegaste a la una de la madrugada.

—Ah... Si, él —Jessi suspira, poniendo ambos tenís en la mesita pequeña.

—Quiero que lo dejes, al chico no lo conozco pero no te conviene.

Eso es un poco tardé

—¡Y baja los pies de la mesa!

Jessi me mira desde atrás, tratando de averiguar que decir y bajando los zapatos.

—Pues ya lo dejé.

Jessi se paro, fue a la cocina y volvió a su puesto. Para ese momento mis piernas ya no estaban sobre las de mamá, afloje los dos primeros botones de mi apretado uniforme.

—Eso es algo bueno; mi niña Jessi es una chica inteligente — Mamá miro brevemente a Jessi antes de asentir con sus propias palabras.

Respecto a Jessi, su mirada estaba distraída cuando le dio un frito caliente recién salido del sartén. Si vez bien sus ojos puedes notar que detrás de esa sonrisa forzada hay tristeza e inconformismo.

Mamá toma dos comidas fritas a su lado antes de levantarse con una sonrisa sincera —alguna de ustedes quiere ver Riverdale conmigo —"no mamá, no es buen momento para eso"...

Estoy segura que ambas negamos con la cabeza al mismo tiempo porque mamá simplemente se encoge de hombros y entra en su habitación.

A los pocos segundos Jessi se para del sillón de repente, tomando las llaves y caminando hacia la puerta con la chaqueta en sus manos.

—¿A dónde vas, Jess? —pregunté cuando la chica estaba parada con el ceño fruncido y la cara sonrojada. Tal vez esta enojada con mamá por recordarle su pasado con Harry, cosa que no logró entender ya que mamá no tiene la culpa.

Pero Jessi es tan... tan... ¿cómo lo dicen las madres?... ¿desobediente? Si, eso: Desobediente.

—¿A dónde vas? —repetí.

—¡¿A dónde más?! A tomar aire, el ambiente de esta casa es una basura, y ella sin querer me hace sentir una mierda —Jessi puede ser grosera, molesta y agresiva, pero aún así la quiero, es mi hermana y me preocupo por ella.

—¿Podrias bajar la voz? Mamá te puede escuchar — dije con un rostro cauteloso, ella hizo un gesto como si no le importará. Cuando su cuerpo salió de la casa, yo fui tras ella.

Sirvienta del vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora