Capítulo 21

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La mansión de Harry es una de las mansiones más grandes de la ciudad, ubicado en una zona exclusiva por 52 mil millones de dólares , Sebastián lo compro después de tener las ganancias con el negocio de su vida para brindar las mejores instalaciones a su esposa, y Sanem Hemmings a quien aun los medios aun no se le encuentran registros familiares, se negó rotundamente en un principio porque era demasiado caro, pero a Sebastián no le importó, término obteniendo la mansión de lujo en nombre principalmente de Sanem. Entonces Sanem, gustele o no lo aceptó.

Después de que Sebastián obtuvo ganancias con su reconocida empresa de bufetes de abogados facturando cerca de $1,5 billones en 2017, en 2019 abrió nuevas oportunidades de negocio con el mundo de bienes raíces. Ahora mismo dedica su energía en ambos negocios; pero de su vida personal se sabe muy poco.

Así que no preguntes que tan rica es la familia Hemmings.

Luego de Lili Ann leer toda esta información en Internet mientras estaba en el bus no se sorprende ni un poco, cuando su dedo toca el timbre la anciana que tambien usa el mismo uniforme abre. 

—Lili Ann es tarde... — informa la mujer. Y es cierto, Lili se distrajo tanto en el camino leyendo sobre la vida familiar y empresarial de Harry que para cuando se dio cuenta el autobús la había llevado una doce calles más adelante del destino.

—Si lo sé, lo siento mucho y no volverá a pasar... —habla apretando sus manos y tratando de forzar la sonrisa.

—Espero... —la anciana se inclina levemente y abre la puerta del todo — porfa vor vaya a la habitación de la señora Sanem.

Cuando la mujer se va Lili se queda inquieta y estresada porque de pronto las imágenes anteriores de Harry vienen a su cabeza y no puede evitar pensar que en vez de entrar en una casa esta en una clase de manicomio decorado de oro y Ann de verdad, realmente, enserio realmente quiere acabar y cortar con todo su empleo, largarse de la ciudad y nunca volver a aparecer, Lili Ann está verdaderamente aterrorizada, pero con las deudas, el alquiler del apartamento y las cuotas semestrales universitarias seria imposible, porque aunque su madre trabaja ella gana unas cuatro veces menos que Lili Ann.

Sus ojos registran cuidadosamente la casa; todo esta bien, todo esta en su lugar y no hay nadie que estorbe... es decir, No esta Harry. Cuando su pulso empieza a latir con normalidad es cuando toca la puerta, "pase", esa es la voz de Sanem. Cuando mueve la perilla lo primero que ve es la cara de Sanem cubierta por mascarilla facial verde dos pepinos alrededor de los ojos mientras esta sentada en una silla de spa y acompañada de dos mujeres mientras le masajean las manos y los pies.

—¿Lili Ann? —balbucea Sanem adivinando si es o no ya que ahora no puede ver.

—Si señora Sanem, ¿me necesitaba?

Ella aparto su mano de la mujer señalando hacia el lado de la cama —los papeles de ahí, Vaya a la biblioteca y ordenelos en el segundo piso, en el estante que dice "papelería", de mayor a menor, los folios con poco papeleo tienen la etiqueta de A, así sucesivamente hasta el F ¿puede? —ella hablo tan rápido pero afortunadamente Lili Ann lo captó.

—Por supuesto.

—Y luego limpie el polvo de los libros, de los ventanales y de los cuadros... —Lili contó mentalmente cada orden mientras daba pasos rápidos pero ligeros tratando de no hacer demasiado ruido tomando la pila enorme de papeles de la cama. —Luego hable con María y dígale que Richard tenga la comida lista antes de las ocho...

Por un segundo Lili quedó estática, sus manos sostenían dando su mayor fuerza y tratando de no dejar caer los papeles para no terminar haciendo el ridículo y de paso ser despedida. Incluso el papeleo era tanto que la pila llegaba a cubrir incluso su nariz.

Sirvienta del vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora