Harry
Alrededor de veinte minutos Lili Ann da media vuelta y se va. Esa mujer es... desesperante e insistente pero también es sexy y exigente. Cuando mis dedos prenden el siguiente cigarro pienso en lo que dije e hice.
Mi poca cordura pareció ser muy perturbada cuando volvi por la basura humana, cortandolo y tirando los pedazos a los animales porque Nadie puede tocar a Lili Ann antes que yo. Nadie. O de lo contrario pasará algo parecido.
Hasta que llegó un mensaje.
Lili Ann
Frunci El ceño cuando las gotas de sudor comenzaron a caer por mi cara, había estado trapeando el piso alrededor de unas dos horas y aún faltaba demasiado por terminar. Esta tarde la mansión se ve llena de ajetreo, la señora Sanem quiere decorar la casa con rosas naturales rojas y con cuadros negros estilo retro vintage. Uno de los sirvientes que trabaja para la familia Hemmings se acerco, posicionando el cuadro justo a mi lado mientras Sanem le indica el lugar exacto para ponerlo.
En ese momento todo el ruido del trabajador y de las órdenes de la mujer desaparecieron cuando la puerta se abrió.
Inmediatamente Sanem dejó al trabajador para mirar al prepotente del hijo suyo con una sonrisa.
—¿Cómo estás Harry?
—Bien, mamá.
Eso fue todo.
Harry se mantuvo por unos segundos en silencio y después nos dejó con una expresión plana antes de continuar sus pasos y subir por las escaleras. Unos pocos minutos después volvió a bajar pero con sus manos ocupadas con un maletín en la izquierda y un celular en la derecha mientras parecía escribir algo en el.
—Nos vemos.
El bastardo se detuvo unos segundos, antes de contactar sus ojos con los míos, mirándome de arriba abajo saliendo por la puerta. Sanem decidió ignorar la actitud de su hijo y en el segundo en que se cerró ella siguió dando sus indicaciones. Mis dedos deliberadamente dejaron el trapeador en una esquina y luego mis manos temblorosas abrieron las puertas con la excusa barata de ir por los implementos de limpieza. Cuando mire hacia adelante la figura de Harry hablando por su teléfono fue lo primero que captó mi atención.
Mis pies fueron rápidos bajando con torpeza por las enormes escaleras.
—Hemmigns... —lo llame mientras mi cuerpo se acercaba, pero el pareció ignorarme, o algo parecido porque no volteo —Hemmings... —repeti y esta vez Hemmings sí se dio la vuelta mientras parecía colgar la llamada, mirándome fijamente.
Con esos ojos aterradores.
—¿Qué? —pregunto con tanta tenacidad que me hizo retroceder.
—Entonces.... ¿Si Vas hacer la mitad de tu parte?
—Ya te lo dije Lili Ann.
El volvió a voltear pero mis dedos fueron rápidos atrapando su muñeca, Harry volteo la cabeza y me miro con los ojos llameantes.
—Ya sabes que no puedo pagar la Universidad, y también sabes que no puedo darme el lujo de no entregar ese maldito proyecto. No te estoy pidiendo algo muy difíci... por... favor... —dije casi en un susurro lo último por lo dificultosas que me resultaron esas palabras viniendo de mi para una persona como el.
—No me importa.
El solto su muñeca de mis dedos y casi senti una llama de fuego pasar por mis venas. Ese imbécil. Nisiquiera era algo tan difícil. Incluso se lo pedí como un favor cuando era su deber. Su cuerpo comenzó a alejarse y mi cuerpo a enfurecerse.
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Sirvienta del vampiro
VampireLili Ann, estudiante de derecho, lucha en el bar todos los dias por mantenerse a si misma y pagar sus estudios. Ella nunca sale a fiestas, nunca bebe y nunca esta fuera de casa hasta la madrugada. En cambio, trabaja todos los dias despues de la escu...