Capítulo 53

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Harry

Le saboreo la lengua cuando se cierra la puerta de un portazo y le chupo el borde del labio para saborearle la sangre también. Apenas siento su sabor la tomo de la mandíbula hasta que la pego contra la pared. Lili Ann me agarra del pelo y su boca vuelve a juntarse contra la mía con mas fuerza. La lengua le sabe a Whisky mezclada con menta y la piel le huele a canela. Me dan ganas de devorarla literalmente.

Ella hecha la cabeza para atrás y estira la mano limpiandome su labial que se me impregnó —, perdona te llene la boca —su disculpa es inocente, pero mi mente tuerce sus palabras de inmediato. No le respondo, solo la tomo del cuello hasta que su boca se vuelve a mover contra la mía. Jadea de la sorpresa y la obligó a hacerse a un lado de la pared y caminar a ciegas hacia atrás. Se le enreda el cabello entre mis dedos y Lili Ann desliza sus manos por sobre mi camisa, nisiquiera me he dado cuenta en que momento estamos en medio de la sala, pero lo estamos .—Quiero un poco de alcohol —mira la mesa de noche que sostiene la botella de licor y se pasa la lengua por la herida abierta en el labio inferior haciendo una mueca de dolor.

La poca sangre que aún le adorna la boca me hace imaginar muchas perverciones.

—Haz lo que quieras.

Me dejo caer en el sofá. El efecto del alcohol ya le está pegando porque arrastra los pies, sin embargo no parece estar borracha, o al menos no tanto. Deja caer los tacones por allí y toma la botella completa de Ron y el único vaso que hay. Las luces del apartamento están apagadas y solo nos ilumina la poca luz que entra gracias a las ventanas con vista a la calle y a los edificios iluminados de enfrente. Lili Ann pisa mal y casi se cae, lo veo venir y la tomo del brazo antes de que se golpee contra el piso con todo y botella de vidrio en la mano. Cuando se ríe me suelta de un tirón sentándose a mi lado hasta ponerme las piernas encima de los pantalones y lo último hace que se me ponga dura dentro de los calzoncillos y Lili ni se da cuenta, esta lo bastante concentrada midiendo el vaso para que no se le rebose el alcohol como parar notarlo.

—¿Que te pasó en el labio?

Me mira un segundo, la noto nerviosa apenas vuelve a centrar los ojos en el Ron.

—Un imbécil me hizo caer contra la pared dentro de la fiesta. Nada interesante.

Dios pero que mala es para mentir.

—Ya pero ¿ese imbécil no es mujer? Tu mama.

Se toma el vaso y comienza a llenarlo más —, si ya sabes ¿entonces para que preguntas?

Me rió por su reacción. No puedo tomarmela enserio. En definitiva si no se tratara de su madre le sacaría la sangre a quien se lo hizo con mis propias manos por atraverse a partirle el labio.

—Solo quería ver que tan buena eres mintiendo. Pésima por cierto.

Levanta la mano para taparse la boca y fingir que no se está riendo.

Cuando el vaso esta lleno se lo toma de una sola tandada y se me queda viendo, la risa se le borra y se le dilatan las pupilas y no puedo evitar mirarle la boca, sus labios tienen un tenue color rosa pálido y se ven adorables. Muy bonitos pero sobre todo follables. Me hacen imaginar los movimientos de su cabeza mientras me la chupa. Comprimo mi boca para resistirme a tocarla, mis ojos bajan por sus muslos ¿que hay de sus piernas? Expuestas ante mi, sosteniéndose sobre mi pantalone, presionandome la polla, casi parece que lo está haciendo a posta y para ser honesto me está matando y Lili Ann ni lo sabe.

Joder..., que buena esta.

—Ahora dime algo... —susurra acomodando su espalda contra el reposabrazos del sillón y reacomodando las piernas, agarro la tela debajo del sofá apenas mueve los pies porque siento como mi miembro da una sacudida contra mi bóxer. —...Pero la verdad, Harry.

Sirvienta del vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora