Capitulo 56

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¿PORQUE LOS HEMMINGS SON "LA FAMILIA PERFECTA"?


En cortas palabras el martes y miércoles no paso nada interesante... Colton gano el juicio contra Camila, por si alguien se lo preguntaba, y los demás también terminaron sus debates en los dos días posteriores, el primer semestre universitario oficialmente termino y empezaba un nuevo ciclo estudiantil...

Todo esta marchando muy bien...

Hasta que el reloj marco un poco mas allá de las cuatro y media de la tarde, Marta me dio la limonada y me dijo que se la entregara a Sanem...

4:52PM

Camino hasta el descansadero de la casa, en la sombra frente a la piscina esta sentada ella mientras poco a poco el atardecer se va perdiendo.

Mire por encima de su hombro y la señora Sanem estaba entretenida viendo su celular, lo primero en que me fijé fue el párrafo con el logo de "la rueda de despedazar".... de inmediato recordé las clases de sociales en secundaria: eran las torturas medievales de la inquisición. Sus dedos deslizaron lento la pantalla, tan concentrada, casi parecía admirar las descripciones de tortura ahí escritas. ¿Porque? Me pregunto una vocecita más allá de mi consciencia. ¿Aprender? Tal vez. Muy probablemente, me respondí a mi misma.

Retrocedí con demasiada lentitud para que no me notara y mi mano nunca hizo ningún ruido con la bebida. Solo pretendía irme mientras la mujer estaba sentada de espaldas.

 —Lili Ann — sonó de golpe y yo me quede quieta mientras ella seguía de espaldas —se lo que viste— me sorprendo y me entra un ataque de nervios y miedo irracional de un momento para el otro. Miedo. Nervios. Miedo es lo que ella a veces me produce. 

—¿Perdón? ¿no entiendo a... a que se refiere?

Pongo la bandeja de plata con la limonada sobre su mesa.

—La pared chorreando mientras yo estaba bañada en mi propia sangre hace unas pocas semanas— se gira en el asiento, con el celular en su mano izquierda mientras que con la derecha se baja de a poco las caras gafas negras mirándome de arriba para abajo. —El pequeño incidente del otro día, sabes de lo que hablo. 

Me entra un flashback al cerebro.

Las voces de mi cabeza se callaron de golpe como una bofetada cuando subí la penúltima escalera y tuve de frente la imagen de Sanem con la espalda respaldada con fuerza contra la pared, sus piernas parecían debilitadas mientras parecía hacer lo imposible por sujetarse del armario de la esquina, con la puerta de su habitación abierta y... y las gotas de sangre callándose desde atrás de su nuca, manchando su camisa blanca hasta caer en sus tacones rojos.

Sorprendentemente para mi no estaba paralizada por la escenaque estabapresenciando, sino por el hecho de verla tan débil, no parecía ella misma. No la Sanem de mirada superior. De repente su mano pareció no poder sostenerse más de la esquina del armario y su espalda se deslizó hasta caer sobre el piso, y la pared chorreando y goteando en rojo con coágulos negros de sangre deslizándose lento hasta caer en el piso ahora sucio.

Con sus ojos puestos sobre el piso como un zombie giro la cabeza y se alboroto el cabello como si quisiera aminorar el dolor un segundo antes de mancharse las manos pasando por las raíces del pelo con coágulos medianos mezclados con el liquido de sangre escurriéndose hasta llegar al inicio de su camisa y solo ver eso me eriza la piel. Pero eso no fue todo. Casi di un paso hacia atrás cuando su cabeza se deslizo hacia abajo, cerró muy fuerte los ojos, las gotas salpicaron mas allá de la pared y luego sentí el golpazo de su puerta cerrándose sola.

Sirvienta del vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora