Sirvienta del vampiro

Capítulo 76

Lili Ann

—¿Emma que...? —cierro la puerta a mis espaldas tratando de encontrar los estribos para no terminar lanzandome sobre su cabello y dañarle ese feo tinte que tiene —¿...que diablos te pasa? ¿Porque hiciste y dijiste eso?

—Lili Ann lo lamento, no quería decir algo cuando la señora Sanem se paro frente a mi, nisiquiera sabía que vendría. —entre abre los labios. Estoy lista para lanzarle mil advertencias pero palidezco cuando escucho lo siguiente —escucha, Leila llamo al teléfono de aquí; se que es la mujer del servicio en el edificio de Harry, somos conocidas, hablo conmigo y la conversación terminó en la chica que ahora vive con el, resulta que dijo tu nombre y fue bastante evidente todo, no soy tan tonta. No pude creer que nos estuvieras engañando a todos todo este tiempo. Probablemente si quien hubiese hablado con Leila fuese alguno de los dueños de esta casa ella también les habría contado.

En ese momento supe que estaba metida en serio problemas. Mi espíritu de autodefensa cambió la estrategia de querer ir en contra de Emma a fingir seguir siendo amable y hacerle pensar que seguía considerándola una amiga, porque ahora en esta mansión era Emma quien podría simplemente delatar completa mi situación con Richard y en poco tiempo la información pasaría a oídos de él señor y la señora Hemmings.

—Bien, supongo que fue un grave error de mi parte no haberte contado, perdón.

Emma acaricio mi hombro sonriendo muy amablemente y yo hice le devolví la sonrisa muy forzadamente.

—No te preocupes, no pienso decirle a nadie. Solo que escuché ruidos extraños, fui corriendo con Richard y después no supe que la señora Sanem vendría y...

—Se lo que paso, no lo repitas, esta todo bien entre nosotras, lo prometo —La interrumpi casi al instante. La situación cada vez se ponía más y más incomoda —. Gracias por... ya sabes, no decir nada más.

—¿Cómo conseguiste que Harry viviera contigo?

Tomo mis manos más sin embargo la solté enseguida.

—Es una larga historia, después te contaré. Debo terminar rápido el quehacer, quiero irme lo antes posible....

Emma asintió poco convencida y se fue dejándome sola. Mi sonrisa desapareció y el sentimiento de enojo conmigo misma volvió a reaparecer. Seguía extrañamente enojada con Emma y las siguientes horas fueron las peores de todas, evite cualquier roce con los miembros de esta casa a toda costa hasta que finalmente pude salir de ese infierno.

Miré mi teléfono cuando este sonó y vi el nombre de Harry en el, tampoco quise contestar y le baje el volumen. Al último lugar al que quería ir era a nuestro hogar.

Nuestro hogar.

Nuevamente lo pensé de esa manera.

SU HOGAR.

Me obligué a repetir mi mente gritando.

Su hogar...

Vuelvo a la realidad.

—Tienes una cara de aburrida.

Me despejo de las nubes cuando escucho la voz de Rubi. Mis propios pies me han traído hasta aquí, el bar, sin embargo, parece que mi cuerpo camina más mi alma sigue flotando y tratando de asimilar toda esta situación.

—¿Quiere algo o vas a quedarte pensando en quien sabe que cosa...?

Miro los estantes que están tras ella. El bar afortunadamente hoy no está muy lleno, es viernes.

—Es ahora cuando me dices como los tipos borrachos "dame el más fuerte que tengas"

—No estoy de humor hoy para tus chistesitos pero si... dame eso