Al día siguiente me levanto bien temprano y termino exhausta en la tarde después de terminar todos los trabajos universitarios. Me quedo dormida y cuando el teléfono empieza a sonar con avidez corro semidormida y me ducho por segunda vez en el día, tomo el primer taxi que encuentro y en el recorrido me pinto un poco los labios de un leve escarlata casi natural y una sombra de ojos clara y rosa, los tonos pasteles son los colores habituales que siempre uso en cuanto a maquillaje. Le pago al taxista y corro a una de las tiendas del centro comercial a la que Jessi me envió dirección para no retrasarme más.
—Hola. —digo dirigiéndome a las tres —Creo que me tarde algo.
—No te preocupes, no nos hemos decidido por nada aunque ya tenemos un par de vestidos en la mira —dice Jessi y me sonríe y me abraza dándome un beso en la mejilla.
Alys me mira y me sonríe también por un segundo mientras pasa los dedos por entre los ganchos en que cuelgan exhibidos todo tipo de vestidos.
—¿Cómo estás Lili? —Pregunta Alys.
—Bien ¿como estas tu? —Parece una de esas típicas y monótonas conversaciones incómodas que tienes con quienes no tienes confianza por WhatsApp.
—Tratando de encontrar un vestido decente para largarme de aquí lo antes posible.
Me río.
Pero mi risa se desvanece cuando observo atrás de la espalda de Alys. Ruby me mira fijamente con los brazos cruzados y no entiendo porque. Tengo una extraña sensación que nunca antes había tenido de ella con sus ojos sobre mi y aparto la vista casi de inmediato mirando por sobre algunos vestidos.
Ruby finalmente se nos une y deja de mantenerse callada pero hablándoles únicamente a Alys y a Jessi.
—¿Qué te parece este? —Pregunta mi amiga dirigiendo su mirada a Jess mientras sostiene un vestido rosado.
—Ahg, sabes que no me gusta mucho ese color. Estoy segura de que todas irán con uno de esos. No quiero verme tan básica.
—Es solo un color, Jess. —levanta una de sus cejas y levanto las manos en son de paz —Bien como quieras, me callo, escoge lo que te venga en gana, niñita caprichosa —la molesto apretandole el borde de las mejillas y ella me da una mirada de muerte, claro esta, riendo mientras me aparta jugueteando.
—Creo que con los que tenemos en el vestidor será suficiente, estoy harta de caminar a la redonda —Alys se queja y Jessi se encoge de hombros asintiendo.
—Mientras tanto miren por ahí, ¿tal vez les guste algo? —Jessi parece percatarse de lo callada que Ruby y yo estamos la una de la otra así que nos junta. Por alguna razón eso hace que Ruby se remueva incomoda. Segundos después concentra su atención solo en mi —Y no te preocupes, tengo un par de ahorros, no quiero obligarte a gastar tu dinero una vez más en mi.
Voy a negarme pero Jessi no me da la oportunidad ni de mediar palabra y se va junto con Alys.
Miro un par de vestidos pero mi atención se dispersa al darme cuenta que Ruby se aleja cada vez más al punto de quedar a varios metros de distancia mirando por la ventana hacia la hermosa fuente iluminada del centro comercial.
—¿Ruby que vestido crees que debería comprar? ¿uno vinotinto corto que me encantó pero aun sabiendo que existe la posibilidad de que Jessi se compre uno rojo y se enfade o uno amarillo y pálido que no combina con un collar que me gusta mucho...? —Me quedo paralizada cuando me mira muy seria casi enojada y dejo ambas opciones de vestidos sobre uno de los percheros. Ella siempre es risueña, alegre y dice cosas sin sentido que te hacen reír ¿pero ahora? —¿Qué pasa Ruby?
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Sirvienta del vampiro
VampireLili Ann, estudiante de derecho, lucha en el bar todos los dias por mantenerse a si misma y pagar sus estudios. Ella nunca sale a fiestas, nunca bebe y nunca esta fuera de casa hasta la madrugada. En cambio, trabaja todos los dias despues de la escu...