Capítulo 91

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4 de diciembre

1:33 AM

Harry

Les indico a los paramedicos que la lleven a la misma clínica en la cual Lili Ann fue atendida hace poco para su embarazo. La sacan en la camilla y veo su cuerpo débil siendo desplazada desde la ambulancia, voy a seguirlos pero de pronto me siento debilitado y parpadeo varias veces hasta recargarme en la pared, las sirenas de la ambulancia me alumbran la cara, Colton se acerca con expresión neutra y saco el cigarro hasta ponerlo en mi boca y sacándo el encendedor me doy cuenta de lo blanquecinas, más de lo usual, que está la carne de mis uñas.

—Deberías apagar eso —el moreno se ríe agitando las manos para alejar el humo.

—Mejor me largo.

Doy la vuelta dispuesto a marcharme de ahí.

—¿Vas a dejarla sola? —chasquea la lengua en negativa —Esta bien pero supongo que después de escucharte decirle "te amo" va a estar toda desorientada cuando se levante. ¿Viste su cara cuando te escucho?

Dejo de seguir mi camino —Deja de mencionarlo —Lo apunto con el dedo aún con el cigarro entre mis dedos. Tiro al suelo el pedazo de nicotina y lo piso hasta que acaba —no menciones ese puto espectáculo o...

—¿...O me matarás? —lo miro seriamente y el se ríe — es broma claro, voy a quedarme aquí por si cualquier cosa. No divulgare tu muy corto momento romántico.

—Más te vale, a menos que te apetezca una muerte bastante temprana —Se queda serio y palidece por mis crudas palabras. Sonrió dándole una palmada en el hombro hasta devolverle sus propias palabras —es broma claro.

Pone los ojos en blanco como si no le importara y entra al hospital. Entro al auto casi con dificultad.

Las extremidades de mis brazos parecen gelatina, la falta de sangre me hace sentir que me carcomo por dentro y las luces solitarias de la carretera no ayudan mucho. No ayudan para nada. Siento mis labios pesados y el recuerdo mencionado por Colton vuelve a mi mente, cuando pronuncié esas palabras, la manera en que me sentí cuando Lili se estaba muriendo también se mezcla y comprimo los dedos en el volante. Realmente la amo. Mi celular comienza a sonar, pienso no contestar pero pese a la insistencia y al ver la hora, 1:24 de la madrugada, ¿en que momento se han pasado así las horas? Lo tomo hasta ponerlo en alta voz.

—¿Qué quieres?

—¿Esa es la manera de contestarme? —Su voz se escucha magullada. Veo un  semáforo en rojo pero al no ver a nadie, ni personas ni autos, me lo paso. —No voy a ir con rodeos, ahora se bien que la que era nuestra sirvienta esta... Dios, no puedo creer que vaya a decir esto pero... esta... esta embarazada. Se bien que va a salir con que es tuyo —No voy a mentir me sorprendo al saber que ahora está enterada de esa información —¿No vas a preguntar como me entere?

—¿Cómo te enteraste? —Pregunto sereno con sarcasmo.

Incluso puedo imaginar la cara furibunda de mi madre.

—Vi los videos, están circulando imagines de ella siendo golpeada por otra chica en Internet, —golpeo el volante con mucha fuerza. —¿que mierdas te pasa? Quise creer que no era tuyo pero le llame a Emma, la obligue a decirme todo. Me lo confirmó.

Hay un silencio entre línea a línea.

—Pues bien ¿que más quieres que te diga?

Grita —¡Tambien qué sepas que vas a tener que pagar los miles que perdimos por dejar a los socios tirados!

Alguien se atraviesa, o tal vez es mi culpa porque estoy distraído, pero paro cuando casi atropello a dos, una mujer y un hombre aparentemente. Tomo una bocanada de oxígeno.

Sirvienta del vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora