—¿Que, porque me miras así? —Jessi me grita con los ojos muy rojos apenas cierro la puerta —¿también piensas que soy una adicta?
Me senté a su lado en la cama tomando mucho aire para tranquilizarme.
—¿Pero Jessi? —Miro la caja, ni siquiera son cigarros normales, es marihuana. Se que la miro con decepción pero no puedo evitarlo —¿esto? ¿de verdad Jess? Estas muy mal ¿Por qué te haces esto?
Ella hunde su cabeza en sus manos y llora —¿Tu también? Pensé que me conocías en algo Lili Ann. Saben bien que no hago eso ¡me conoces!
Mis labios se fruncen —Pero mamá lo encontró escondidos en tu habitación.
Jessi se llenó las mejillas de aire y luego se frotó la cara exhausta —¿Esa está aquí?
—¿Esa?
Hace una mueca de no importarle —ahora no tengo ganas ni de decirle mama, no sabes lo horrible que me golpeo—Susurra más cerca de mi cara y cuando negué indicando que no estaba continuo —esos porros no son míos son de Freddy pero me pidió el favor porque su madre esta loca tirando todas sus cosas.
—¡¿De ese amigo tuyo?! Esta mal lo que haces, no tienes que acolitarle para que se escape de su madre; Jessi le estás haciendo un mal. ¿Por qué no le dijiste eso a mi madre?
Jessi pone los ojos en blanco. —Estas loca ¿no? ya es suficiente con todo lo que dicen de el cada que hay una junta de padres. Y si mi mama se entera seguramente va hacer que tenga una orden de restricción y todos dicen cosas de el, que es un drogadicto y cosas por ese estilo pero...
—¡¿Y no es así?! —la interrumpo intrépidamente.
—¡NO! —suelta un bufido y se apoya contra la pared fría cuando la miro con incredulidad —bueno un poquito nada mas pero el lo controla y sin importar eso Freddy es una buena persona; Alys y el son los únicos que siempre han estado ahí aunque les halla dicho mil mierdas y no voy a cortar nuestra amistad nunca así que porfavor no le cuentes a Milena sobre Freddy. Mama esta loca y me hará la vida imposible cada que pueda para que deje de hablarle.
—Bueno, aún así ¿Qué me dices de esto? —Tomo los condones y caen de un solo tirón sobre su regazo —No me digas que también se los cuidas a Freddy.
La miro con el evidente sarcasmo y Jess me los arrebata.
—Yo... Es incómodo contarte esto pero.. bueno, ya sabes, he estado acostándome con chicos.
—¿Chicos? —Pregunto y ella agacha la cabeza.
—Dos o tres...
—Vale —me limito a responder mientras la miro. También es muy incómodo para mi el tener esta conversación con mi hermana menor.
—Pero no es a menudo... Lili Ann ¿me odias por eso, verdad? —se me escapa una carcajada y finalmente ella me mira —¿Qué tiene tanta gracia?
—Nada, nada solo es irónico el hecho de que me preguntes si te odio por algo así.
Levanta un poco su voz suave e insiste:
—¿Eso es un si?
—No, no te odio, seria estúpido odiarte por algo así... además no tengo derecho
—Por supuesto que no tengo derecho. Ella debería ser quien me odiara a mi, yo debería ser la persona llorando y suplicando mientras le pido que deje de odiarme.. borro todos esos pensamientos y continuo —No tengo derecho... pero Jessi por favor evita estar con más de dos personas a la vez porque existen las enfermedades.—Deja de decir eso. No quiero hablar contigo de eso, es incomodísimo —Finalmente de ríe mientras se tapa la cara.
—¿Por qué de repente haces cosas que antes no te interesaban? Hasta el año pasado seguía siendo la misma de siempre.
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Sirvienta del vampiro
VampireLili Ann, estudiante de derecho, lucha en el bar todos los dias por mantenerse a si misma y pagar sus estudios. Ella nunca sale a fiestas, nunca bebe y nunca esta fuera de casa hasta la madrugada. En cambio, trabaja todos los dias despues de la escu...