Capitulo 50

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Dos días después terminan los primeros exámenes mas agobiantes de la universidad y salgo corriendo de camino a la casa de los Hemmings. El día de hoy en resumen fue raro por dos razones, primero no vi a Harry en ningún momento por la mansión y segundo Marta terminó dejándome salir del trabajo cinco horas y media antes de lo habitual gracias a las órdenes de Sanem.

Las cero ganas de llegar a casa me terminaron llevando al bar de Ruby. No había mucha gente, un par de fumadores de tabaco y unos cuantos hombres gordos tomando licor en el fondo de las mesas alejados de la barra del mostrador.

Apenas llegue vi a Kimberly hablándole a Ruby de lo más emocionada, mientras la castaña marcaba los códigos de las bebidas alcohólicas en la caja registradora.

—Quiero una cerveza. No ¿Sabes que?mejor que sean dos para calmarme los ánimos.

Los dedos de Ruby le dan al teclado y en automático sale el cajón lleno de billetes mientras Kimberly no a parado de hablar de no se que cosa.

—Uy que genio de Lili Ann —Se queja Ruby, se pasa la lengua por los labios mientras sonríe contando lo que recogió de dinero en el bar hoy. —bueno sígueme contando pero primero respira un segundo —Continúa esta vez hablando para Kim —No te e entendido ni la mitad Kimberly, estas hablando tan rápido que parece que me estuvieras contando un rap o algo así.

La rubia se ríe, se gira sobre la silla y, como es costumbre en Kimby, me alborota el cabello.

—¿De que hablan?

En ese mismo momento Ruby se gira y toma dos cervezas abriéndolas con el destapador de botellas.

—Pues nada solo le estoy presumiendo a Ruby que acabo de salir con el morochito mas lindo de esta ciudad.

¿E escuchado bien o no?

—¿El moro'que?

Tomo la cerveza de la barra y me bebo casi la mitad de un solo tirón. Me estremezco cuando siento que quema la garganta. Amargo.

—¿Como que quien? Pues Colton ¿quien más?, le estoy contando a la brujistica —señala a Ruby con el pulgar —que tuve una cita con el y es tan atento y amable. Ese hombre lo es todo, no sabes Lili.

Y perdóname Jesús pero no puedo evitar reírme cuando la escucho hablar así tan cursi.

—Pues me alegro mucho por ti. Colton siempre a sido muy dulce.

—Si. Me saque la lotería.

La dueña del bar le da un manotazo jugueton en el brazo a ella, cosa que hace que Kimberly abra la boca y la vuelva a cerrar sin palabras.

—Que lotería ni que ocho cuartos, no te dejes cegar por si es muy amable o no Kimberly, esos son los primeros que tiran la piedra y esconden la mano. La dulzura siempre esconde algo raro. Siempre.

Me quito el delantal y solo me quedo con el uniforme del trabajo. Kimberly chasquea la lengua negando.

—Hay excepciones Ruby Lein —en ese momento ella se bebe el yogurt qur tiene entre manos —Como en estos casos, por ejemplo, Colton.

Ruby le pone la mano en la frente a Kimberly —¿Te caíste de chiquita o que? ¿porque nunca nadie aquí sigue mis benditos consejos? Si se los digo es por experiencia propia.

Sinceramente creo que Ruby en este caso es un poco demasiado exagerada.

De un segundo para el otro me termino la botella de cerveza completa y empiezo por tomarme la otra. Kimberly ignora las palabras de Ruby y sigue hablando maravillas sobre la cita y Colton pero para ser sincera me resulta algo raro el hecho de... ya sabes... ¿Colton y Kimberly? Como que no me lo esperaba, no lo digo como un algo raro de mal modo, sino más bien sorprende y después de todo, de todos modos ambos se ven bien juntos y Colton me cae muy bien.

Sirvienta del vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora